Pocos conocen mejor que Joaquín Caparrós lo que significa El Gran Derbi. En su etapa al frente del Sevilla FC disputó 12 y sólo perdió uno, sumando además cuatro victorias y siete empates. Pero, además, es todo un experto en subir la temperatura para motivar a los suyos, siendo desde hace tiempo persona 'non grata' en el Real Betis. En esta ocasión, su discurso sigue siendo el mismo, pero al mismo tiempo lanza un mensaje a la afición nervionense, mostrándose especialmente crítico con el estado de letargo que percibe en la grada del Sánchez-Pizjuán.
"El Sevilla es un club con mucho orgullo y yo noto a la afición apagada. Estamos tristes pero, independientemente de la situación accionarial, que es de lo que más se habla, tenemos que sacar el orgullo, el ánimo y la pasión. Es lo que nuestros aficionados nos piden, que seamos un equipo alegre. Y sabiendo que hay fases donde los resultados no llegan, no podemos caer en la apatía y conservar la pasión. Vamos a sentirnos orgullosos de nuestro equipo. Nos lo dice nuestro himno, debemos ser un equipo con casta y coraje. Debe ser el equipo quien enganche a la gente. No podemos perder nuestra grandeza. La gente por la calle tenemos que transmitir nuestro sevillismo. Es un efecto multiplicador y tenemos que enganchar a la gente como sea. Creo que hemos perdido hasta la exigencia y eso no es bueno. Tenemos que exigirnos todos. El presidente debe exigir al director deportivo, al entrenador, a todos los futbolistas. Todo el mundo tiene que dar el 1.000 por 1.000 en cada área y transmitir ese sentimiento sevillista. Estamos perdiendo nuestra pasión por el Sevilla", ha asegurado en una entrevista concedida a ABC.
Pese a todo, el utrerano confía en su equipo de cara al duelo cainita del próximo domingo en el Benito Villamarín, respondiendo al vicepresidente verdiblanco, José Miguel López Catalán, sobre las ganas que tienen en Heliópolis de demostrar la superioridad que dicta la clasificación. "El otro día escuché las declaraciones de un consejero del otro equipo diciendo que ellos son favoritos porque nos llevan ocho puntos, que para ellos esto es una final de la copa del mundo, y por ahí es por donde estamos empezando a ganar ya. Eso te transmite que tienen un estado de ansiedad importante. Cuando la gente ve llegar el autobús del Sevilla al estadio del Betis se rilan. Ellos tienen ese estado de ansiedad porque en los últimos años han estado deportivamente mejor y al final pues se han tenido que ir con la cabeza gacha", explicó.
"Lo que le digo a nuestros aficionados es que miren las estadísticas. La clasificación ahí está, pero que tiremos nosotros de estadísticas en su campo y seguro que el sevillista se viene arriba. Y si tenemos dudas, pues tres o cuatro días antes, todos los sevillistas por la calle con camisetas del Sevilla. Cuando los béticos ven una camiseta del Sevilla se vienen abajo. Nosotros este tipo de partido lo sabemos manejar", añadió el ex entrenador nervionense, que insistió en la necesidad de mantener la "pasión" pese a reconocer las dudas que arroja el cuadro dirigido por García Pimienta. "Al equipo lo veo irregular, no puedo decir otra cosa. Somos un equipo diferente fuera de casa. Tenemos a Lukebakio, que tiene el duro, y un buen portero. En casa nos está costando. Nuestra afición lo está notando. Independientemente del equipo, debemos transmitir que el Sevilla es un club muy grande. Alegría, no tristeza. Yo digo que quien es triste se muere antes y en los equipos pasa igual, en el equipo que es triste la ruina es grande", destacó.
Por otro lado, Caparrós volvió a referirse al asunto de la bandera con el escudo del Betis tachado que Juanlu, Carmona e Isaac Romero mostraron tras el derbi de la primera vuelta, lo que desencadenó en la denuncia verdiblanca y la posterior sanción que llevó al club de Eduardo Dato a romper relaciones con su eterno rival. "Creo que tiene que haber una buena relación, pero no el pasteleo que ha habido últimamente. Hubo una situación complicada en un partido donde unos chavales, con la máxima inocencia, chicos que son canteranos, sevillanos y que saben lo que es un derbi, que están celebrando y que desde la grada le tiran una bandera y se hacen una foto, que seguro que ni vieron lo que tenía.... Y que 48 horas después se ponga una denuncia... Hombre, por favor. Eso merece una rectificación por parte de los que han hecho la denuncia. Porque no se hizo al momento de verlo, sino dos días después. Eso puede pasar aquí ahora o mañana en el campo del otro equipo. Eso es la guasa. Pero llegar hasta una denuncia... No fue correcto por parte de los dirigentes del Betis. Entiendo la postura del Sevilla porque el Betis no ha reconocido esos hechos. Volvemos al pasteleo. Mucho pasteleo, que sí que te invito, que si el alcalde, que el presidente de la federación interviene...y parece que la culpa la está teniendo el Sevilla FC. Unos hechos, insisto, que están hechos con la máxima inocencia, en un derbi, que puede pasar en el otro equipo. Imagina que si en vez de ser tres futbolistas, posa todo el equipo. Hubiese sido un lío porque, ¿todos sancionados? Por favor, eso son palabras mayores", zanjó.