Después de dos derrotas consecutivas previas al parón, el Sevilla FC regresó a la senda de la victoria este pasado domingo ante el Rayo Vallecano. Un gol de Sow tras una gran jugada personal de Isaac Romero mediada la primera mitad decantó la balanza. Pero hubo que sufrir de lo lindo pese a jugar con un futbolista más durante toda la segunda mitad, lo que provocó el enfado de la afición, que mostró su descontento con una sonora pitada cuando Álvaro García estrelló el balón en el palo.
Los pupilos de García Pimienta no supieron gestionar la ventaja numérica que supuso la expulsión de Unai López al borde del descanso, en una acción en la que el centrocampista vasco cayó en la 'provocación' del delantero lebrijano, que le agarró de la camiseta mientras el balón estaba en otra zona del campo. En esa pugna, el ex del Athletic respondió lanzando un puñetazo sobre la espalda del sevillista que fue cazado desde la sala VOR, lo que le costó a la postre la roja directa.
La reacción del jugador rayista pasó inadvertida para muchos, pero el cántabro Cordero Vega, responsable del VAR en dicho encuentro, llamó el colegiado principal, Busquets Ferrer, para advertirle de una “potencial agresión”, como se puede escuchar en el audio difundido por la propia RFEF en sus canales oficiales. Tras acudir a interesarse por el estado de Isaac Romero, que quedó tirado en el césped, el árbitro balear se dirigió al monitor situado a pie de campo y le pidió a su compañero que le repitiese la jugada "en dinámica", tas la cual no tuvo dudas.
"Vale, ya lo he visto, le suelta un manotazo en la espalda. Conducta violenta, voy a reanudar con falta a favor del Sevilla y expulsión de Unai López", explicó, confirmando posteriormente en el acta del partido el motivo por el que mandó a la caseta al mediocentro franjirrojo: “Dar un manotazo en la espalda de un adversario con uso de fuerza excesiva sin estar el balón en disputa directa entre ellos”.
Tras el choque, el técnico del Rayo, Iñigo Pérez, se refirió a la jugada pero no quiso avivar la polémica. "No he hablado con él, pero cuando alguien comete un error o tiene pecado, como se suele decir, es el que más dolido está, porque sale del campo y perdemos. Pero no sé si ha sido justa o injusta", afirmó.