No está siendo, ni mucho menos, el debut soñado de Arda Güler con el Real Madrid. A sus 19 años, las expectativas eran enormes con el mediapunta turco, que deslumbró con el Fenerbahçe y su selección no ya por su calidad, sino por un acierto en la toma de decisiones impropio de su edad. Varios clubes de Europa se posicionaron el verano pasado para contratarle, entre ellos el Sevilla FC, que llegó a mover ficha y ofertar por el talentoso centrocampista de Ankara, aunque los blancos pusieron 20 millones sobre la mesa y todo su peso histórico y mediático. Y eso que las perspectivas no eran del todo halagüeñas (mucho menos cuando Dani Ceballos terminó renovando), porque seguían Tchouaméni, Camavinga, Kroos, Modric y Valverde. Demasiada competencia, aunque el canterano del Genclerbirligi quería intentarlo. Las lesiones se lo pondrían todavía más difícil.
Una inoportuna lesión de menisco que se complicó, un par de complicaciones musculares y la consiguiente falta de ritmo retrasaron su estreno hasta enero de este 2024, llegando a estas alturas con un gol en su haber (al RC Celta), pero apenas 98 minutos, repartidos en siete encuentros. Una situación que, según anuncian en la capital de España, habría propiciado que Carlo Ancelotti le recomendase salir cedido el curso que viene para foguearse y volver con más argumentos. O para, en el peor de los casos, encauzar su carrera por otro camino, como ocurriera con Odegaard o Kubo, espejos en los que mirarse. De hecho, la Real Sociedad aparecía como alternativa preferente para Güler, con serias opciones de tener competiciones europeas para continuar con su formación. Incluso, se llegó a hablar de la connivencia del propio turco con esta decisión.
En este escenario, el Sevilla FC aparecía de nuevo como posible destino para Arda, que ya conoce a los nervionenses de hace dos ventanas, cuando le presentaron su proyecto. Además, el centrocampista encajaría en la nueva política de gasto contenido y apuesta por jóvenes sin minutos en los grandes que pondrá en práctica Víctor Orta para reducir la masa salarial drásticamente, intentando no afectar demasiado a la competitividad de la plantilla. Sin embargo, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, el sondeo de los responsables blanquirrojos a los asesores de Güler, entre ellos su padre, han determinado una retirada temprana ante la confirmación de que el joven otomano no tiene intención de rendirse tan pronto y apuesta por continuar a las órdenes de Ancelotti el próximo curso, con una adaptación mental, idiomática y física más avanzada, cruzando los dedos para que la suerte le acompañe. Con todo, ya sabe que, si se decide al final por un 'Erasmus', en Nervión tiene sitio.