Opinión

A Borja Iglesias le han dado la espalda

El del bolso, el de las uñas pintadas. Borja Iglesias será siempre ese... Y no el único futbolista español que solicitó claro, alto y a tiempo "un fútbol más justo, humano y decente"

Alejandro SáezAlejandro Sáez
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A Borja Iglesias le han dado la espalda
Borja Iglesias, de vacaciones. - IG: Borja Iglesias

"Estoy triste y decepcionado", decía en su perfil de Twitter un comprometido Borja Iglesias, mientras Luis Rubiales, de forma paralela, escenificaba viernes atrás todo el esperpento que se viene viviendo en el fútbol español, la RFEF y la selección femenina, después de que su beso "consentido" a Jenni Hermoso empañara un hito histórico para el balompié español.

Desde entonces, polémica, cruces de comunicados, acusaciones... y más polémica. Pocos o casi ninguno han sido los que han dado la cara desde entonces; al menos a tiempo. Pues luego han llegado muchos mensajes reprochando la actitud del inhabilitado Rubiales, aunque todos han sido considerados como tardíos y oportunistas. Todos, salvo uno. El del bético Borja Iglesias, quien ha demostrado ser mucho más que un futbolista que vista con bolso, en público, o que se pinte las uñas.

Un fútbol "más justo, humano y decente", solicita Borja Iglesias

"Como futbolista y como persona no me siento representado por lo que ha pasado hoy en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Me parece lamentable que sigan presionando y poniendo el foco sobre una compañera. Vestir la camiseta de la Selección Española es de lo más grande que me ha pasado en mi carrera. No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver a la Selección hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes", decía el Panda, quien sentenciaba solicitando "un fútbol más justo, humano y decente".

Sus palabras corrieron como la pólvora, recibiendo un reconocimiento público que, curiosamente -y trístemente- no ha encontrado entre sus compañeros; entre el fútbol profesional. El propio Luis de la Fuente, perdonando de sus aplausos por la RFEF pero no por la opinión pública, fue el primero que le pegó un leve tirón de orejas, al tiempo que le recordó que todos los futbolistas están obligados ante la llamada de la selección. "No viene por tema deportivo", dijo el seleccionador español, al que le costó demasiado argumentar su postura ante Rubiales, sin que acabara de convencer a nadie.

Y como era de esperar, también se apoyó De la Fuente en el discurso de un Pellegrini que tampoco comulga con la opinión de su delantero: "Entiendo a su entrenador y que el jugador pueda pensar lo que quiera. Él ha dicho lo que sentía en un momento, e igual hoy no siente lo mismo".

Días, semanas después, ha llegado el comunicado de sus comapañeros, un combinado que también ha quedado señalado ante la sociedad española. "No es fácil elaborar un comunicado con puntos y comas consensuando la opinión de 24 personas distintas", explicaba Azpilicueta, quien también era preguntado directamente por la decisión de Borja Iglesias: "Por su parte, la verdad es que toma esa decisión y la respeto totalmente. Nosotros tenemos una situación deportiva. El cuerpo técnico me citó entre los nombres y siempre es una responsabilidad el venir aquí, con todo lo que está ocurriendo extradeportivamente. El estar sentado frente a vosotros, el dar la cara... El intentar luchar por una sociedad en general mejor. El ser ejemplo para las próximas generaciones. El fútbol es un ejemplo".

Más políticamente correcto, o quizá menos, ha sido un Carvajal que no se moja. Con sus palabras no ha querido decantarse en ninguna posición, pero ha dado pie a muchos sobreentendidos. Y eso, en el mundo que vivimos, es peligroso. "Son unos gestos desafortunados en los que se equivoca y es lo que lo que mostramos. Únicamente cada uno expresa sus opiniones y yo soy más reservado y no expreso la mía. Yo no creo que el futbolista que no haya se haya pronunciado al respecto sea algo malo. Al final, cada uno puede decidir, pensar, hacer lo que lo que crea conveniente. Pero sí que es verdad que se ha politizado tanto el tema que te da miedo, te da miedo opinar, te da miedo decir cualquier cosa que puedas equivocarte o que se pueda interpretar de manera errónea. Y creo que por eso la gran mayoría de los futbolistas españoles no se han pronunciado”, dijo en una intervención radiofónica anoche que este miércoles le han llevado de nuevo hasta la rueda de prensa para tratar de apagar el fuego... con más gasolina: "En ningún momento he dicho que Jenni no sea la víctima. Hay que solidarizarse con Jenni, pero no creo Rubiales lo esté pasando bien".

Los días pasan y Borja Iglesias se queda cada día más solo. Señalado como un 'rara avis' en un fútbol moderno en el que todos hablan que debe ser "ejemplo", pero en el que pocos comulgan con el mismo. El del bolso, el de las uñas pintadas. Borja Iglesias será siempre ese... Y no el único futbolista español que solicitó claro, alto y a tiempo "un fútbol más justo, humano y decente".