¿En Segunda División 'solo quiere subir' el Albacete?

La temporada del Albacete es excelsa. Con su victoria en Ibiza (0-5) no solo hacen fuerte su plaza en las posiciones de playoff a Primera División, sino que se meten de lleno en la pelea por el ascenso directo. Se sitúan a cuatro puntos del segundo, que es el Granada. Y si mañana le ganase Las Palmas al Eibar esa cifra solo aumentaría en un punto. La Segunda División está más impredecible que nunca y de esa situación se han aprovechado y mucho los manchegos, que además son el equipo en mejor dinámica de los de arriba.

De los cinco primeros ninguno ha ganado más de un partido en sus últimos cinco encuentros. E incluso el Eibar, el líder, no ha conseguido llevarse los tres puntos en ninguno. Una circunstancia que ha llevado al Albacete a recortarle puntos a todos y soñar con la mayor de las heroicidades. Los del Carlos Belmonte suman diez de los últimos 15 puntos y sueñan con un segundo ascenso en un solo año. La temporada pasada regresaron a Segunda División tras ganar en Riazor al Deportivo. Ahora llegan al tramo final de la liga con todas las posibilidades abiertas.

Los duelos directos entre los cinco primeros y que ninguno pasa por un gran momento de forma hace que los albaceteños sean temidos por esos conjuntos. Ya se sabe que en un hipotético playoff suele triunfar el que llega con mejores resultados en ese tramo liguero. Lo vivió el Eibar la temporada pasada, tenían el ascenso directo en la mano y lo perdieron en el descuento del último partido. Pues tras la primera eliminatoria lo dejó una temporada más en la categoría de plata el Girona. Un equipo que se metió entre los seis primeros en las últimas jornadas.

Por eso, mientras los demás parece que 'no quieren ascender' el equipo de Rubén Albés llega con mucha tranquilidad desde atrás. Si les diese por sumar los nueve puntos que quedan lo mismo asciende a Primera División quedando entre los dos primeros. Y sino, en este momento es el equipo a batir para el playoff, viven un gran momento, rebosan confianza y no tienen nada que perder. El estado de optimismo ha llegado al Carlos Belmonte y el Albacete quiere ascender.