Por fin soplan aires frescos en la Real Sociedad. La holgada victoria del sábado ante el Valencia CF (3-0), la segunda de la temporada y la primera en el Reale Arena tras cuatro derrotas consecutivas ante su gente, han resultado balsámicas para fortalecer la confianza de un grupo que estaba trabajando bien y que sentía que el juego del equipo merecía mejores resultados de los que estaba obteniendo. Muchos fueron los protagonistas destacados: el gran nivel defensivo de la dupla formadas por Igor Zubeldia y Nayef Aguerd, la contagiosa garra de un inabordable Jon Mikel Aramburu, la imponente solvencia de Martín Zubimendi, los buenos minutos saliendo desde el banquillo del recuperado Brais Méndez y hasta del casi inédito Jon Magunazelaia, el golazo de un Takefusa Kubo talismán y MVP del encuentro, las dos asistencias y media (balón pinchado y pase exquisito en el 0-2) de Sergio Gómez en su mejor partido como 'txuri-urdin'... y sobre todo, los dos primeros goles de Orri Óskarsson con el '9' a su espalda.
No obstante, con el paso de los días van saliendo imágenes que dejan nuevas ejemplos que invitan al optimismo y que dibuja a un vestuario muy unido para sacar adelante esta situación para cumplir con las expectativas. El compromiso y el compañerismo es visible, incluso, en esos futbolistas que cargan con un supuesto cartel de díscolos o pasotas. Justo o injusto, uno de los que acarrean ese sambenito es el desafortunado Umar Sadiq, quien dejó todo un detallazo con Óskarsson, su compañero y competidor. Nada más acabar la primera gran 'fiesta vikinga', se acercó al ariete islandés con una sonrisa de oreja a oreja para felicitarle, abrazarle y hacerle ver lo mucho que le alegra este descorche anotador que tanto necesitaba un equipo con serios problemas para materializar ocasiones.
El '9' es un puesto muy señalado en la Real Sociedad, una patata caliente que se ha llevado por delante apuestas millonarias como las de Carlos Fernández o el propio Sadiq y que empezaba ya a poner el foco en Mikel Oyarzabal y en Orri Óskarsson por llegar al noveno encuentro de la temporada -8 jornadas de LaLiga y una de Europa League- con sus casilleros de goles vacíos. El doblete del joven atacante nórdico ante el Valencia, a priori, es una excelente noticia colectiva que juega muy en contra de los intereses individuales del nigeriano, quien es consciente de que difícilmente tendrá muchas oportunidades de revertir su decepcionante rendimiento si al capitán donostiarra y al joven recién fichado les da por enchufarse de cara a portería.
Tanto es así, que Sadiq sólo ha rascado nueve minutos en los cuatro últimos encuentros oficiales, tras participar en cuatro de las cinco primeras citas de la 24/25, con titularidades incluidas en Getafe CF (0-0) o ante el Real Madrid (0-2). Sin vestirse en la visita a Mallorca (1-0), con un ratito intrascendente en Valladolid (0-0) y ausente en Niza (1-1) por unos problemas físicos derivados de esos minutos en Pucela, contra el Valencia CF volvió a ver todo el encuentro desde el banquillo y se llevó el 'palo' de ser el único de los cuatro delanteros al que Imanol Alguacil no dio cancha. Oyarzabal fue titular, Magunazelaia sumó 5' para estrenarse esta campaña y Óskarsson aprovechó con creces la media hora que disputó.
Vale que ex del FC Copenhague sólo tuvo que empujar dos balones puestos en bandeja por Brais Méndez y Sergio Gómez, respectivamente, pero tras el duelo Sadiq era tendencia y proliferaban los comentarios jocosos que ironizaban con ocasiones igual de claras falladas por el africano en estas aciagas dos temporadas en la Real Sociedad. También era puesto de manifiesto por muchos que, en sólo 29' minutos y con apenas 11 toques de balón, Óskarsson había aportado la mitad (2) de los goles que suma el 'Látigo de Kaduna' (4) en sus 44 encuentros con el conjunto guipuzcoano. Sin embargo, muchas horas después, su nombre vuelve a destacar en redes sociales por ese loable gesto con su compañero que, para muchos, demuestra que a pesar de no estar acertado y a pesar de sus últimos líos, su compromiso con el equipo sigue siendo máximo.