Melero López perdonó una clara expulsión a Nacho e incrementa el debate sobre el 'favoritismo' al Real Madrid

El Real Madrid recibía a la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu después de eliminar al Atlético de Madrid y meterse en semifinales de la Copa del Rey, un encuentro que acabó con polémica y que ha traído mucho revuelo por las declaraciones posteriores de Miguel Ángel Gil Marín, CEO del club rojiblanco, y testimonios como el del ex árbitro Iturralde González.

Faltando quince minutos para el final del partido ante la Real, Nacho Fernández sacó los brazos para impedir de manera clara un saque de banda que iba a efectuar Robert Navarro, una acción clara y que se castiga con cartulina amarilla, aunque el central madridista, que ya estaba amonestado, no vio la tarjeta que hubiese supuesto su expulsión.

Los futbolistas de la Real Sociedad protestaron airadamente, pero el colegiado Melero López no expulsó al defensa del Real Madrid.

Pocos minutos después, cuando en la banda Imanol Alguacil retuvo un balón que cayó en su área técnica para impedir un saque rápido del Madrid, el árbitro sí que enseñó la tarjeta amarilla al entrenador donostiarra.

El propio Nacho atendió a los medios a pie de campo, tras el partido, donde le preguntaron sobre el lance y afirmó que no tendría que haber impedido el saque, pero que "afortunadamente" para él no vio la segunda cartulina amarilla que le hubiera supuesto la expulsión.

"Bueno no sé... Una jugada rara ¿no? Es verdad que corto la acción, pero bueno, pensaba que el balón era a favor nuestro. Es verdad que no debería de haber cortado el balón, pero bueno esto es fútbol. Así ha pasado, así ha sido el partido, y por fortuna para mí no ha sido tarjeta", confesó Nacho tras el encuentro.

Esta polémica decisión arbitral llega tras la de Soto Grado y Ceballos, cuando dicho colegiado perdonó la segunda amarilla al sevillano contra los rojiblancos. Tras ese partido, el consejero delegado del Atlético de Madrid afirmó que "el Madrid es un club con un entorno muy fuerte, con muchos intereses a su alrededor. Crean tal presión que es normal que afecte a las personas que deben tomar decisiones. Son conscientes de lo que les espera si les perjudican con algún error o incluso con algún acierto".