Alberto Gálvez3 min lecturaSon muchos los roces que se producen dentro de un terreno de juego y muchas las amenazas que se hacen incluso en el túnel de los vestuarios. Pero la mayoría no llegan a nada una vez que las pulsaciones bajan a su estado natural. Sin embargo, si estas llegan por parte de un jugador más 'caliente' de lo normal, los responsables técnicos y directivos del equipo deben tener cuidado y hacer todo lo posible para que no terminen llevándose a la práctica. Y esto no ha sido capaz de lograrlo el Real Madrid con Fede Valverde.
Según ha adelantado El Chiringuito, el uruguayo esperó a Álex Baena antes de que se subiera al autobús del Villarreal y, cuando este hablaba por teléfono, le propinó un puñetazo al jugador del conjunto levantino. Luego han sido muchos los medios que han contrastado la noticia y según apunta el diario Marca, el motivo de la agresión viene del partido que enfrentó a ambos en la Copa del Rey. Según fuentes del entorno del jugador madridista "en el partido de Copa del Rey, Baena le pegó una patada a Fede y le dijo 'llora ahora que tu hijo no va a nacer'. Eso quedó ahí, pero hoy le dijo otra cosa parecida y Fede se calentó. Le esperó y le dijo que con la familia no se metía".
En el partido disputado esta noche, Valverde aprovechó lo más mínimo para encararse con Baena, algo que sorprendió a todos, porque el jugador blanco no se encara con cualquiera ni a las primeras de cambio. La noticia se ha hecho viral en cuestión se segundos y ya son muchos los que la están comentando a través de las redes sociales.
Le tenía ganas el Villarreal al Real Madrid, quizás por la eliminación copera, y eso quedó reflejado en el vestuario amarillo, donde se desató la euforia en cuanto todos llegaron. Hasta el propio Quique Setién se dejó llevar por el éxtasis que provoca una remontada en el Santiago Bernabéu. El técnico cántabro emuló a Ancelotti cuando el pasado miércoles en el Camp Nou decidió concederle un día de descanso a su plantilla por el triunfo conseguido. Y es cierto que este premio es muy común ante semejantes proezas, pero la forma de hacerlo denota cierta venganza hacia el italiano. Se pudo ver el lado más simpático de Setién pero, sin duda, también el menos elegante en la victoria.