El Real Madrid conquistó, este domingo, una sufrida victoria ante un Rayo Vallecano que fue de menos a más en el Santiago Bernabéu. El conjunto de Carlo Ancelotti, que se mostró de lo más dominante en la primera mitad, fue pitado al final del encuentro por parte de su afición, que no se mostró nada convencida por el juego desplegado por los suyos en los segundos 45 minutos. A pesar de los dos goles de Mbappé y Vinicius, parece que esto no contenta a los seguidores de una entidad que se centra desde ya en el decisivo encuentro de Champions ante el Atlético de Madrid.
Precisamente, el brasileño, conocido por no callarse, ha sido uno de los grandes protagonistas del encuentro ante los de Íñigo Pérez. No en vano, además del gol, hay que tener en cuenta que Vinicius vio una tarjeta amarilla que se podía haber ahorrado. En una falta a favor de los visitantes, no dejó el espacio suficiente a su rival para que sacara, por lo que el colegiado no lo dudó a la hora de amonestarle. Además de ello, fue objeto de una acción que, en el caso de haberse pitado, podría haberlo cambiado todo sobre el terreno de juego.
Eran los primeros compases del partido, y el Real Madrid trataba de incomodar de forma rápida y contundente al Rayo, ya que eran conscientes del potencial ofensivo que atesoraban los de Íñigo Pérez. Por ello, Vinicius, que no quería perder el tiempo, se acercó al área defendida por Batalla para tratar de adelantar cuanto antes a los suyos. Es, en ese punto, cuando se encontró con Lejeune, quien no vivió su mejor día en el Santiago Bernabéu.
En dicha jugada, el central de la escuadra que suele disputar sus encuentros en Vallecas pisó a Vinicius, provocando que el jugador del Real Madrid reclamara penalti. A pesar de las protestas, ni el colegiado de campo, Hernández Maeso, ni el VAR vieron nada punible en esa acción, algo que indignó a los seguidores merengues, que no entendían cómo dicha acción no fue castigada con un lanzamiento desde los 11 metros a favor de los de Carlo Ancelotti.
No es la única acción que ha calentado al madridismo y a la entidad de Concha Espina. No hay que olvidar el polémico pisotón de Tchouaméni a Lino en el derbi liguero y que supuso el empate del Atlético de Madrid. Por otro lado, hay que hablar de lo sucedido en Pamplona, conocido ya por la expulsión de Bellingham y su infame ‘fuck off’. En aquel choque, el Real Madrid protestó por el penalti cometido por Camavinga a Budimir y que supuso la igualada de los de Vicente Moreno, que lograron sacar un punto ante uno de los clásicos del torneo de la regularidad.
El del choque ante el Rayo ha supuesto un colofón de lo más particular al conocido ya como el ‘cuento de nunca acabar’ entre el Real Madrid y las actuaciones arbitrales. Aunque, desde la RFEF, se quiere cambiar y mejorar las relaciones con el conjunto merengue, parece que este asunto va a seguir coleando durante mucho tiempo, para disgusto de todo el fútbol español, que está muy cansado de las quejas de la entidad de Concha Espina.
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