El Racing de Santander logró una sufrida victoria por (2-1) ante el Tenerife en El Sardinero, en un partido marcado por la expulsión de César en el tramo final. A pesar de un juego discreto, los cántabros reaccionaron con superioridad numérica y lograron remontar con un tanto decisivo de Andrés Martín.
Un Racing sin ideas y un Tenerife que aprovechó su momento
Desde el inicio, el conjunto dirigido por Álvaro Cervera llevó la iniciativa, mientras que el Racing no lograba imponer su ritmo. Aunque las primeras llegadas con peligro fueron para los locales, con un remate de Pablo Rodríguez salvado sobre la línea y un disparo potente de Arana que exigió a Edgar Badía, el Tenerife no se dejó intimidar.
Los visitantes mantuvieron su plan de juego y controlaron el balón ante un Racing impreciso. Solo en los minutos finales de la primera mitad, los de José Alberto López, que celebraba su partido 100 en el banquillo cántabro, lograron tener mayor posesión, pero sin inquietar la portería rival.
Tras el descanso, la entrada de Karrikaburu buscó dar mayor presencia ofensiva a los locales, pero la circulación del balón seguía siendo lenta. El Tenerife aprovechó el desconcierto y, tras un aviso en una falta que obligó a intervenir a Ezkieta, encontró el 0-1 en un córner. Landazuri, con un certero cabezazo, adelantó a los tinerfeños ante la pasividad de la defensa racinguista.
La roja que cambió el partido
Lejos de conformarse con la ventaja, el Tenerife siguió buscando el área rival, mientras que el Racing no encontraba la manera de reaccionar. Sin embargo, en el minuto 70, la expulsión de César por doble amarilla cambió completamente el rumbo del encuentro.
Con un jugador más, los locales se volcaron al ataque y en el 80', en una jugada a balón parado, Karrikaburu logró la igualada con un gran cabezazo en un saque de esquina.
Andrés Martín desata la locura en El Sardinero
El Racing no se conformó con el empate y en los minutos finales asedió la portería del Tenerife. Fruto de esa insistencia llegó el tanto decisivo: Andrés Martín, desde la frontal del área, conectó un disparo raso que batió a Edgar Badía, desatando la euforia en El Sardinero.
El gol generó una tángana multitudinaria, con protestas por parte del equipo visitante, lo que obligó al árbitro a revisar la jugada en el VAR. Finalmente, el tanto fue validado, sellando así un triunfo que deja al Racing de Santander en la parte alta de la tabla.