LaLiga quiere incorporar el fuera de juego semiautomático la temporada que viene, una tecnología que sería complementaría al VAR, algo que llegó para mejorar el fútbol y evitar las polémicas. Lo primero se puede debatir, pero lo segundo está claro que no se ha conseguido.
El próximo 30 de junio finaliza el contrato entre la RFEF y la empresa que provee el VAR al fútbol español, se tendrá entonces que buscar otro proveedor o volver a negociar con el actual.
El pasado 22 de marzo, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) publicó las bases para la prestación de este servicio durante las próximas tres temporadas, desde la 2023/24 hasta la 26/27.
"Las empresas concursantes pueden ofertar también en su propuesta la tecnología de detección semiautomática del fuera de juego. La RFEF ofrecerá este servicio a todos los clubes, pero su implantación dependerá de que lo soliciten la mayoría de las entidades de Primera y/o Segunda División. El plazo para la presentación de ofertas finalizará el próximo 21 de abril a las 15 horas", decía la nota de la RFEF.
Los grandes beneficiados de la llegada del VAR al fútbol español han sido los propios árbitros. Desde su desembarco en 2018, los colegiados han tenido ese apoyo para revisar jugadas y tomar decisiones de una manera más objetiva, aunque si en algo también han notado la implantación del VAR es en sus salarios.
Según 'Vozpópuli', el incremento salarial de los árbitros en Primera División con la llegada del VAR fue del 53%, pasando de cobrar 193.000 euros por temporada a 296.000. En Segunda también hubo una subida, situándose el salario en alrededor de 120.000 euros anuales.
Tras la llegada del VAR, Mateu Lahoz, De Burgos Bengoechea, Gil Manzano, Hernández Hernández, Del Cerro Grande y el resto de árbitros de Primera se embolsan 12.500 euros al mes, sin importar el número de partidos que dirijan, lo cual se cobra aparte.
Cada encuentro como árbitro principal se cobra a 4.200 euros, mientras que un árbitro VAR percibe 2.100 euros.
En Segunda se funciona de la misma manera, aunque las cifras son bastante más bajas. El fijo es de 6.000 euros al mes, mientras que los colegiados de campo cobran 1.800 euros por partido y los del VAR 900.