El desarrollo de la primera parte en el Estadio de la Cerámica en Villarreal volvió a poner de manifiesto la urgencia de implementar la tecnología de fuera de juego semiautomático en el fútbol español. Dos momentos particularmente polémicos en la primera mitad resaltaron esta necesidad. Tanto en el gol anulado a Sorloth debido a una posición de fuera de juego a los cinco minutos del partido, como en el gol del noruego a los 39 minutos de la primera mitad. Esta última acción fue revisada por el VAR, supervisada por Valentín Pizarro, y finalmente validada debido a la posición de Koundé. El defensor francés mantenía en juego al delantero del equipo amarillo.
Una situación similar ocurrió en el enfrentamiento entre el Athletic y el Betis, específicamente en el primer gol de los rojiblancos. El tanto local, proveniente de un penalti, estuvo precedido por dos momentos cuestionables. Primero, Nico Williams se encontraba en posición adelantada al recibir el pase de su hermano. Posteriormente, se pudo observar cómo Rui Silva encogía y retiraba sus brazos, mientras que el menor de los Williams claramente dejaba su pierna izquierda extendida para inducir el contacto.
La implementación del fuera de juego semiautomático había sido un objetivo de LaLiga para esta temporada. De hecho, estaba incluido en la licitación del VAR por tres temporadas (la actual y dos más) lanzada por la Federación Española de Fútbol el 23 de marzo pasado.
Sin embargo, el concurso fue suspendido el 21 de abril después de que el juez de lo mercantil de Madrid aceptara las medidas cautelares presentadas por Mediapro contra la Real Federación Española de Fútbol. Finalmente, el 10 de julio, la RFEF anunció la paralización definitiva del concurso. Por lo tanto, mientras el juzgado de la mercantil número 2 de Madrid toma una decisión, el VAR en Primera y Segunda se mantiene en las mismas condiciones que en temporadas anteriores. Esta decisión tiene una consecuencia directa: la imposibilidad de instalar el sistema de fuera de juego semiautomático, que estaba contemplado en el pliego del concurso abierto por la RFEF en abril pasado.
Ahora, debemos esperar a la decisión de la justicia para saber si se reanudará la licitación. Mientras tanto, LaLiga continúa sin esta herramienta y, a menos que ocurra una sorpresa, veremos si logra llegar al final de la temporada sin ella. La tecnología, también conocida como SAOT, requiere la instalación de entre doce y catorce cámaras en todos los campos de Primera División para su uso. Esto lleva tiempo. Hasta que esté instalada y probada en todos los campos de la máxima categoría, no podrá utilizarse en la competición española. La misma situación se aplica a la Segunda División. Sin embargo, todo depende de la decisión del juez y de cómo se desarrolle el proceso de licitación del VAR por parte de la RFEF.