Rayo
Barcelona
Escaso botín para el Barcelona en su visita al Rayo Vallecano. El empate a uno que dejó el encuentro disputado en el Estadio de Vallecas deja un amargo sabor de boca en un conjunto azulgrana que mejoró en el segundo acto tras un primer tiempo muy gris, aunque ese paso adelante dado por los de Xavi no bastó para remontar ante un rival muy serio que le tiene tomada la medida al técnico catalán.
Tras las dudas que dejó el partido ante el Alavés previo al parón liguero, pese a la victoria, el Barça saltó al Estadio de Vallecas con un once plagado de novedades, algunas de ellas obligadas por las lesiones de Gavi y Ter Stegen. Otras, como el regreso del recuperado Frenkie de Jong, después de diez partidos en el dique seco, fueron por decisión técnica, como la suplencia de Joao Félix. Pero pese a los cambios introducidos por Xavi, el conjunto azulgrana firmó una actuación muy pobre en el primer tiempo.
Enfrente, el conjunto rayista ejerció una intensa e inteligente presión que no dejaba prensar al centrocampista holandés ni a Oriol Romeu y Pedri, sus acompañantes en la medular culé. Un gran trabajo defensivo que permitía a los locales lanzarse en cada pérdida de su rival, buscando en los primeros minutos sorprender con disparos lejanos de Isi Palazón a Iñaki Peña, que se estrenaba esta temporada por la lesión de Ter Stegen.
Lo poco que creaba el conjunto azulgrana llegaba por la derecha, con Lamine Yamal, aunque Lewandowski gozó de una buena opción de los 8 minutos, apareciendo providencia Mumin. Fue un espejismo, pues poco más se acercaron los barcelonistas a la meta defendida por Dimitrievski. Lo que sí llegó, en el 38’, fue el gol del Rayo, con suspense tras la revisión del VAR.
Iñigo Martínez despejó una la falta lateral y apareció Unai López para recoger el rechace y sacarse un potente disparo lejano que sorprendió a Iñaki Peña. Un gol que hacía justicia a lo visto hasta ese momento en el encuentro.
Tras el paso por vestuarios, sin embargo, el Barcelona apretó en busca del empate, acumulando en los primeros compases ocasiones a base de cabezazos de Ferran Torres, Pedri a Iñigo Martínez. Pero no era suficiente. Xavi movió el banquillo, lo probó todo en busca de soluciones. Y uno de sus cambios, Raphinha, estuvo a punto de lograr el empate, nada más salir, con un duro disparo al palo.
No es que fuese un asedio azulgrana. Pero con el campo cada vez más volcado, el empate acabó cayendo por su propio peso en el 82’ tras un buen centro de Balde que se metió Lejeune en su propia meta al intentar evitar el cabezazo de Lewandowski. Un escaso premio para un Barça que puede ver cómo Girona y Real Madrid se alejan en la tabla.