Si en cualquier momento se diera la posibilidad de cruzarme con el presidente de La Liga, el señor Javier Tebas, me gustaría decirle brevemente: "el fútbol sí interesa". El máximo mandatario del campeonato nacional ha repetido a capa y espada en repetidas ocasiones aquella idea de que "no tiene que haber fútbol en abierto porque es una locura, ya que es imposible mantener los números que dicen con fútbol gratis". Lo cierto es que está muy equivocado. El gran problema es que son pocos los que pueden hacer frente a un elevado precio por ver el fútbol en abierto en televisión. Cosas muy diferentes que pasaron desapercibidas por el ideario del millonario dirigente.
Para muestra, un botón. Televisión Española adquirió los derechos de la Eurocopa y ya no solo los encuentros de las selecciones grandes, sino partidos como un Eslovenia-Dinamarca o un Eslovaquia-Rumanía, a priori poco atractivos para el público, obtuvieron unos datos muy satisfactorios. Sorprendentes, diría Tebas. Fútbol en abierto es sinónimo de que el espectador lo ve. Hay que recordar que la Liga registró unos datos bastante pobres la pasada temporada, reflejando la devaluada Liga que ha formado el presidente.
En conclusión, si algo queda claro después de este verano es que el modelo que presenta Tebas en la Liga no sale bien parado en cuanto a audiencias y la justificación es muy sencilla, no hay que irse muy lejos. La Eurocopa ha dado un golpe sobre la mesa en audiencia, demostrando que el fútbol interesa si se da la posibilidad de hacerlo en abierto, algo que no sucede con los espectadores que se sientan delante de la televisión a ver los partidos de Liga.
Decía una vez el histórico presidente del Deportivo Lendoiro en sus años dorados, que "la razón fundamental radica en que LaLiga abandonó a los aficionados, que son los que hacen que el fútbol tenga sentido. Si te olvidas de ellos y te centras solo en el dinero, el desarraigo está garantizado. Era algo que se venía venir, y lo aceleró la aparición del coronavirus". No le faltaba razón alguna.
Tebas sigue encajonado en que lo de ahora es lo correcto, de hecho hace poco transmitió unas palabras cuanto menos surrealistas. "Donde tenemos más problemas en el público de 50, 60 años o más. Los ciudadanos de ese tramo de edad no ven tanto su Liga por un tema de usabilidad, de manejo del mando a distancia o de la tecnología", achaca. Que pasen los Juegos Olímpicos.