Los Clásicos son los mayores espectáculos futbolísticos del fútbol español. Real Madrid y Barcelona protagonizan el encuentro más llamativo de LaLiga. Su rivalidad se remonta a los inicios de ambos clubes y sus grandes palmarés hacen que la competencia entre ambos clubes se agrande. La mayor goleada en un Clásico fue un 11-1 que le endosó el Real Madrid al club catalán en un partido de Copa en el año 1943. Estas han sido las mayores goleadas en la historia de estos encuentros.
Con una diferencia de diez goles, la mayor goleada que se ha visto en un partido entre el Real Madrid y el FC Barcelona fue en la Copa de 1943 cuando el conjunto blanco arroyó a los culés y ganó por un abultado 11-1. En la ida el Barcelona venció por 3-0 a su eterno rival, pero la cosa cambió drásticamente en el partido de vuelta cuando al descanso, el Real Madrid ya iba venciendo por ocho goles a cero. Esta es la mayor goleada que ha conseguido el equipo blanco en su historia. En aquel partido Sabino Barinaga anotó cuatro goles y fue la figura del partido. El Real Madrid también ha goleado al FC Barcelona en otras ocasiones como el 8-2 de Liga de la temporada 1934/1935 o el 6-1 que cosechó en la 49/50.
Por parte del FC Barcelona, la mayor goleada que el club catalán ha conseguido frente a su mayor rival es un 7-2 que logró en la competición liguera de la temporada 1950/51. Los azulgranas se impusieron de manera colosal al Real Madrid en la jornada 3 de liga y se presentaban como uno de los favoritos a alzarse con el título. Finalmente se lo llevó el Atlético de Madrid. El FC Barcelona terminó cuarto y el Real Madrid noveno a tan sólo dos puntos del descenso. Marcos Aurelio y Nicolau anotaron dos goles cada uno y los otros tantos del Barcelona fueron de César Rodríguez, Mariano Gonzalvo III y Basora. La entidad catalana también ha goleado a los 'merengues' en otras ocasiones. Un 6-1 en la Copa de 1957 y el famoso 2-6 en el Bernabéu son los mayores logros en cuanto a goles para los catalanes. Este último es el registro más reciente de goleadas abultadas en la historia de los clásicos y supone un triunfo para el juego de posesión que planteaba el Barça de Pep Guardiola.