La situación económica del Real Oviedo está lejos de ser cómoda. La escuadra ovetense está cerrando la campaña 2022-23 de manera espectacular sobre el verde, pero no por ello pueden dejar de mirar a un futuro –cuestión de meses– que les puede obligar a apretarse el cinturón bastante más de lo que les gustaría.
Para entender esto, y tal como explica Nacho Azparren de La Nueva España, hay que remontarse al fondo CVC ofrecido por LaLiga en plena pandemia y el uso que se ha hecho de este hasta el día de hoy.
Aprobada tal inyección económica, al Oviedo le correspondía exactamente 11,2 millones de euros, cantidad que debía invertir a lo largo de las temporadas 2021-22, 2022-23 y 2023-24; eso sí, no de cualquier manera, sino siguiendo unas directrices exactas. Así, un 75% del total corresponde a infraestructuras, un 15% a refinanciar deuda y un 15% a la plantilla.
Con esa premisa clara, la gerencia de la escuadra asturiana decidió que lo que correspondía a gasto en el plantel, exactamente 1.680.000 millones de euros, lo prorratearía en tres años, por lo que su presupuesto para tal asunto aumentaría en 560.000 euros cada una de las tres mencionadas campañas.
Durante el primero de los cursos, el 2021-22, el Oviedo no solo cumplió a rajatabla con el plan con Rubén Reyes al mando, sino que no llegó ni a gastar el tercio para ese año. En aquel momento se entendió que era un enorme acierto, ya que se pensaba que más de 10 equipos de Segunda división habían apostado todo al primer año, lo cual le daría ventaja a la entidad carbayona para la siguiente.
Con esa 'ventaja', los asturianos, con Tito Blanco a la cabeza del proyecto –ya no está en el club– y con Pachuca dando su visto bueno, se saltaron la estrategia de contención para invertir más del tercio que correspondía para la 2022-23. La idea era formar un equipo con aspiraciones de ascenso, algo que rápidamente saltó por los aires y que ahora puede tener duras repercusiones, ya que sin el tercio previsto para la temporada 2023-24, el Oviedo verá disminuido su límite salarial, lo que le complicará confeccionar un conjunto competitivo en verano.
Llegados a este punto, la solución para no sufrir una importante caída en su potencial llegaría por un ingreso extraordinario, y sí, ya sabemos lo que significa esto en el fútbol: venta importante. Solo de esa manera los ovetenses podrían al menos mantener el camino marcado este año.