La entrevista de Cristiano Ronaldo hace unos días donde aseguraba sentirse "traicionado" por su club, el Manchester United, y la "oveja negra" a la que culpan de todos los males del club esta temporada. "El Manchester United intentó forzar mi salida. No sólo el entrenador, sino también el resto de personas que rodean al club. Me sentí traicionado", confesó CR7.
Unas duras declaraciones que no han sentado nada bien en el club de Mánchester ni en su vestuario. Tanto es así que el United está "considerando" una sanción que dará a conocer "después de que se hayan esclarecido todos los hechos", según anunciaba en un breve comunicado.
La estrella de la selección de Portugal se ha marchado a Lisboa, donde se encuentra concentrado para preparar el Mundial de Qatar pero ahí también coincidirá con un compañero de vestuario en el Manchester United, Bruno Fernandes. Y la muestra de que las palabras de Ronaldo no han sentado nada bien a sus compañeros ha sido el frío saludo entre ambos, en el que incluso Bruno Fernandes deja unos segundos a CR7 con la mano extendida para volver a dársela casi sin mirarlo.
La cara de Cristiano Ronaldo a la reacción de su compañero es un poema. Todo ello puede suponer un problema de convivencia dentro del vestuario de Portugal entre dos de sus figuras más importantes, que podría acabar proyectándose dentro del terreno de juego a las puertas de un Mundial.
Durante su entrevista, Cristiano Ronaldo cargó contra su técnico en el Manchester United, Erik Ten Hag, que lo suspendió el mes pasado por negarse a ser sustituido en el último minuto contra el Tottenham, dijo: "No le tengo respeto porque no me muestra respeto. Si no me respeta, nunca le voy a respetar".
También a su excompañero de equipo, Wayne Rooney, muy crítico con el portugués: "No sé por qué me critica tan mal... probablemente porque él terminó su carrera y yo sigo jugando a alto nivel. No voy a decir que me veo mejor que él, lo cual es cierto".
La polémica entrevista de Cristiano Ronaldo en Inglaterra es el tema más discutido en las redes en Portugal y acapara la atención de la prensa de su país natal, que califica las declaraciones "arrasadoras" del jugador como "una bomba". El diario Record titulaba "arrasador". A Bola titulaba en su portada que "Ronaldo rompe su silencio y explota", y afirma que el delantero portugués, de 37 años, fue "una bomba".