Lo que ha hecho en el Marruecos-España el guardameta del Sevilla no ha sido casualidad, ni fruto del azar ni tampoco un golpe de suerte. Yassine Bounou ‘Bono’ solo ha obtenido la recompensa con su país a un aspecto que trabaja concienzudamente, con especialistas, ahora desde el Ramón Sánchez Pizjuán. “Bono ha estado espectacular, ha estado soberbio. Ha tenido un altísimo porcentaje de aciertos, averiguando dónde iban a ir los lanzamientos”, analizó el seleccionador de España Luis Enrique, después de que bloqueara los tiros de sus “tres especialistas”.
Pero detrás de esa habilidad para “adivinar el lado por el que va el disparo” hay muchas horas de entrenamiento. Uno de los que lo sabe bien es su ex compañero Lucas Ocampo. El ahora futbolista del Ajax de Ámsterdam ha sido uno de los que más veces ha disparado a Bono en los entrenamientos del Sevilla para depurar su técnica. El guardameta, que ahora está a las órdenes de Jorge Sampaoli, siempre le ha dado mucha importancia a los lanzamientos desde los 11 metros, ensayando con los mejores, aquellos que lo podían poner en más aprietos.
Ocampos es uno de esos tiradores que amaga, que decide en el último instante, y con él mejoró su técnica el de Montreal, para aguantar y no caer vencido como le ha ocurrido a Unai Simón con los tiros de Sabiri y Hakimi. Durante la actuación ante España, que le ha valido los apelativos de “verdugo” para unos y “héroe” para otros, esperó con calma a Sarabia, Soler y Busquets, adivinando la intención de los tres.
Con el Sevilla, Bono ha parado ocho de los 24 penaltis que le han tirado, lo que supone un 33 por ciento de efectividad desde el punto de penalti y un argumento más de que fue justo ganador del Trofeo Zamora de la temporada 2021/2022, un curso que dejó la portería a cero hasta en 13 ocasiones, encajando solo 24 goles en 31 encuentros. Para recibir ese galardón superó a cancerberos de la talla de Jan Oblak, del Atlético de Madrid, y Thibaut Courtois, del Real Madrid.
El ‘affaire’ de Bono con los penaltis en Sevilla viene de lejos. Uno de los más memorables que paró fue en la temporada 2019/2020, al Wolverhampton que ahora entrena su ex técnico Julen Lopetegui, y que a la postre supuso la sexta Europa League del conjunto de Nervión . El marroquí, con la sangre fría que le caracteriza, le paró un penalti a Raúl Jiménez, impidiendo que los ‘Wolves’ se adelantaran en el marcador y permitiendo que su ‘sparring’, Ocampos, resolviera el partido con un gol en el 88’ (0-1). Jiménez erró ante Bono el primer penalti de su carrera futbolística.
Pero su táctica es tan depurada, que sus ‘victimas’ preferidas son los especialistas. Otro que lo sabe bien es José Luis Gayá, capitán del Valencia. La decepción del valencianista fue tal, ya que tuvo en sus botas deshacer un 1-1, que ni el abrazo de Gennaro Gattuso pudo consolarlo. Entonces la gran estrella volvió a ser Bono que salvó al Sevilla en el 102’ en un duelo de LaLiga.
Estaba claro que Marruecos quería llegar a los penaltis, una tesitura que festejó, a sabiendas de que contaban con el mejor, sino el mejor, el más preparado... Bono, que ha vuelto a demostrar que tiene el título de parapenaltis, y quizá a partir de ahora, también de matagigantes.