Ahora sí el Mallorca podrá poner sus cinco sentidos en la final de la Copa del Rey que disputará el próximo 6 de abril en el Estadio Olímpico de La Cartuja, en Sevilla. Existían muchas dudas sobre si el equipo balear estaría en Mestalla con su mente puesta en la cita contra el Athletic, pero en un minuto se disiparon todas.
Primero fue el 'Vasco' Aguirre quien dejó claro que acudían a tierras valencianas a llevarse los tres puntos. Alineando un once en el que alternó suplentes y titulares pero en el que puso a una pareja letal en ataque, Muriqi y Larin. Sin embargo, ninguno pudo perforar el arco de Mamardashvili.
Aun así, fueron los baleares los que llevaron la iniciativa del partido durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. Pero el peaje fue caro, porque posiblemente hayan perdido a uno de los suyos para medirse a los leones en la final copera.
Se trata de Omar Mascarell, quien en el minuto 34 solicitó el cambio tras notar una lesión muscular que le impedía continuar. Aguirre le reemplazó por Samu Costa y el jugador se marchó al banquillo muy afectado consciente de que podría perderse el partido más importante de su carrera deportiva.
Al finalizar el encuentro, el técnico del Mallorca no pudo desvelar ante los micrófonos de DAZN si llegará o no al choque de la capital andaluza: "Sólo os puedo comentar que le he visto con una bolsa de hielo y cara de preocupación. Hasta que no lleguemos a Mallorca no le podremos hacer una valoración más exhaustiva para saber el alcance de la lesión y si llega o no a la final".
Además de Mascarell, otro que le dio un buen susto a la afición del Mallorca fue Jaume Costa. El atacante del cuadro bermellón recibió un golpe en el cuello en un choque con Fran Pérez que le dejó mareado durante gran parte del primer tiempo e incluso el cuerpo técnico mallorquinista se planteó su cambio. Finalmente, aguantó como pudo hasta el minuto 61', cuando Javier Aguirre le reemplazó en el campo por Toni Lato.
La otra cara de la moneda la volvió a poner el meta Greif. El meta del Mallorca, habitualmente suplente en liga y titular en Copa del Rey, aprovechó la oportunidad de Aguirre para coger rodaje y confianza de cara a la final de Sevilla y la aprovechó. Salvó en varias ocasiones a los suyos frente a los remates de Pepelu, en una falta directa que se colaba por toda la escuadra, y en varios intentos de Hugo Duro.
Y el propio Javier Aguirre se deshizo en elogios al finalizar el encuentro: "Greif está disfrutando por fin, que se llevó un par de años con lesiones, tratamientos... Y eso le afectaba. Cuando llegué yo estaba liquidado. Y ahora jugará la final, ojalá lo haga igual que hoy el sinvergüenza".