El Málaga ha cerrado este lunes los festejos por el ascenso a LaLiga Hypermotion, conseguido el pasado sábado al empatar 2-2 en el tiempo añadido de la prórroga ante el Nàstic en Tarragona, con una comida de confraternización en una finca malagueña a la que asistieron la plantilla, el cuerpo técnico, directivos y empleados del club junto con sus familias.
Tras dos días de celebraciones, centradas sobre todo en los actos del domingo con la visita a la Iglesia de San Pablo, a la Diputación, al Ayuntamiento y a la Patrona del Deporte, la Divina Pastora, los jugadores malaguistas empezaron en la tarde de este lunes las vacaciones, que no serán muy amplias, ya que el campeonato de liga en Segunda comienza el 18 de agosto.
Por el momento , el grueso de la plantilla tiene contrato en vigor y sólo cuatro futbolistas cumplen este 30 de junio su vinculación con el club: los defensas Carlos Puga y Juande Rivas, y los centrocampistas Ramón Enríquez y David Ferreiro, además del delantero Javier Avilés, que regresará al Leganés tras su cesión de media temporada al Málaga.
También se mantiene, por el momento, la incógnita sobre la continuidad o no del entrenador Sergio Pellicer, quien termina su contrato y se desconoce si va a aceptar la oferta de renovación que le proponga el club malagueño al estar pendiente de una conversación con el director deportivo, Loren Juarros.
Sin embargo, los rumores sobre las nuevas caras blanquiazules para la 2024-25 no se han hecho esperar. Y el club costasoleño está tratando ya de hacer su primer fichaje bomba. Se trata de Samu Castillejo, jugador que ya militó en el Málaga en la 2014-15, estrenándose en Primera División. Luego, el catalán puso rumbo a Villarreal, donde jugó tres temporadas antes de marcharse al AC Milan. Tras cuatro temporadas en el conjunto italiano, regresó a España para enrolarse en las filas de un Valencia para, a la postre, salir cedido al Sassuolo.
Ahora, siendo jugador propiedad del conjunto che, ha confesado, según informa la Cadena Ser, que no le importaría rebajarse su caché para jugar con el Málaga en Segunda División, si bien el tope salarial que hay en LaLiga Hypermotion podría ser la principal traba para su fichaje. El extremo, en la actualidad, posee una ficha en torno a los 3 millones de euros. De esta forma y pese al interés del jugador en regresar a La Rosaleda, el visto bueno de LaLiga se antoja crucial para que se lleve a cabo la operación.