Una vez terminado el Mundial de Qatar, llega el momento de repasar todo lo ocurrido durante este evento futbolístico.
Para el recuerdo quedará la que ha sido revelación de esta nueva edición mundial: Marruecos. Los 'leones del Atlas' han dado una lección a combinados favoritos como la propia España, Bélgica, Portugal...
Sin embargo, la polémica también ha sobrevolado la concentración magrebí en diversas ocasiones por la provocación de varios aficionados mostrando el camino del aeropuerto a aficionados españoles y portugueses tras quedar apeados. No solo eso, sino también por parte de los futbolistas hubo algunas declaraciones sobre el Sáhara que generaron malestar.
Por otra parte, Munir Mohamedi, guardameta de la selección africana, proclamó en un vídeo que Melilla, donde él nació, no es española. Al ser cuestionado sobre Ceuta y Melilla, el excancerbero del Málaga CF respondió tajante: "¡De Marruecos!". Quien grita con fervor esta proclama marroquí es Munir Mohamedi, portero de la selección africana, nacido a su vez en Melilla.
Parte de la afición malaguista y de la ciudadanía de Melilla se mostró en contra de los comentarios del internacional marroquí. Sin embargo, también hubo que lamentar insultos racistas por parte de algunos insensatos.
El guardameta melillense militó dos temporadas en el conjunto blanquiazul, dejando un buen sabor de boca entre los aficionados por sus grandes actuaciones en La Rosaleda -fue el Zamora en el curso 2018/19- y una profesionalidad intachable.
Entre aplausos y gritos de alegría, decenas de miles de marroquíes dieron la bienvenida como héroes en las calles de Rabat a los miembros de su selección nacional tras alcanzar la cuarta posición en el Mundial de fútbol de Qatar 2022, una meta que ningún país africano o árabe había logrado en la historia del campeonato.
En un autobús descapotable, los 'leones del Atlas' acompañados del seleccionador, Walid Regragui, vestidos todos con trajes azules, ondeaban banderas mientras saludaban a las multitudes a lo largo del camino entre el aeropuerto de Rabat-Salé hasta el Palacio Real del Mechouar de la capital marroquí, un recorrido de cerca de 9 kilómetros.
A medida que los jugadores que han dado la sorpresa este Mundial pasaban por la avenida Mohamed V (la principal de Rabat, donde está la sede del Parlamento, Correos y el Banco Central), aumentaban las ovaciones de los asistentes, que inmortalizaban con sus móviles el desfile del autobús, escoltado con motos y furgonetas de la Gendarmería, Policía y Fuerzas Auxiliares.
La comitiva entró luego en el Palacio Real donde los jugadores, acompañados al brazo de sus madres, el entrenador y el presidente de la Federación Marroquí de Fútbol, Fauzi Lekjaa, fueron condecorados por el rey Mohamed VI.
Junto al rey, el príncipe heredero Mulay Hassan y su tío Mulay Rachid, saludaron primero a Lekjaa y luego a Regragui, antes de recibir uno a uno a los jugadores y sus madres, empezando por el capitán, Romain Saiss.