Sandra Romero6 min lecturaEl Al Shabab de Arabia Saudita, club en el que, entre otros, milita el exsevillista Éver Banega, ha oficializado recientemente la rescisión del franco-senegalés Alfred N'Diaye, ex de Málaga CF, Villareal CF y Betis en España. Un capítulo más en la historia del futbolista, por el que el caso del pago de su traspaso sigue abierto en tierras malagueñas.
No es baladí, pues el equipo saudí mantiene abierta la operación con el Villarreal CF, un movimiento que involucra al Málaga CF y por el que el Al Shabab, incluso, ha llegado a estar sancionado por la FIFA, aunque en la práctica ha quedado demostrado que de nada sirve. Y como prueba, su reciente movimiento para incorporar a Santi Mina, que llega en calidad de cedido a cambio de unos 2'5 millones de euros (según As), resolviendo así su situación en el Celta, apartado tras haber sido condenado por abuso sexual, lo cual ha sido recurrido por los abogados del delantero.
En lo referente al entuerto con el traspaso de N'Diaye hay que remontarse al verano de 2019, cuando el Málaga CF tenía que hacer frente a una obligación de compra sobre el futbolista que había contraído con el Villarreal CF y que, con problemas con el límite salarial de LaLiga, no podía afrontar.
Sobre la bocina, el último día de mercado, el Villarreal y el Al Shabab llegaron a un acuerdo para firmar al futbolista por seis millones, traspasando al mismo tiempo el Málaga CF a Ontiveros al Villarreal a cambio de cuatro millones de euros. Un pago por parte del Submarino amarillo que, por contrato, quedaba supeditado a que los saudíes le abonaran el traspaso por el centrocampista francosenegalés. Es decir, dos movimientos a tres bandas y un sinfín de cláusulas que se ha visto frenado a lo largo de los años con el impago de los saudíes por N'Diaye.
Si el Al-Shabab no paga al Villarreal, los amarillos no pagan al Málaga por Ontiveros. Todo eso, con un Málaga CF atravesando una delicada situación económica a lo largo de estos años, como todo el mundo conoce.
Denunciado los casos a la FIFA, que ha llegado a sancionar al conjunto saudí sin poder hacer movimientos, en la práctica todo sigue igual. El Al Shabab se mueve en el mercado con total impunidad y tanto Villarreal CF como Málaga CF siguen sin cobrar, con lo oportuno que habría sido ese dinero para las arcas blanquiazules en este cierre de mercado, en el que aún se busca algún retoque para el ataque de Pablo Guede.
Ahora, con N'Diaye fuera del equipo saudí y romuroeándose, incluso, un posible retorno a LaLiga (ha sido vinculado con el Cádiz CF), en La Rosaleda hay incluso menos esperanzas de poder cobrar ese dinero.
"Ontiveros son cuatro millones de euros sin intereses y seguimos a la espera de cobrar. No tenemos ninguna noticia. Quien lleva toda la negociación es el Villarreal. Hemos tenido ofertas para llegar a un acuerdo, pero no las hemos contemplado. El problema no es el Málaga, sino el contrato que se firmó. Ahí somos comparsas. Podemos llamar, hacer cuestiones extraoficiales, pero poco más”, explicó en su día José María Muñoz, administrador judicial del Málaga CF, al respecto.
El Betis firmó en el verano de 2014 a un Alfred Ndiaye a cambio de 1'5 millones de euros más otro en variables que llevaba la operación hasta los 2'5 millones de euros. Tras haber llegado en préstamo en enero procedente del Sunderland con una opción de compra de 4'2 kilos, la secretaría técnica verdiblanca consiguió rebajar las cifras y cerrar la operación en unos números bastante ventajosos para la entidad verdiblanca.
85 partidos después, habiendo conseguido tres goles y cinco asistencias en 7.057' a lo largo de tres temporadas, el Betis lo vendió en agosto de 2016 al Villarreal a cambio de 7'5 millones de euros, pudiéndose ir el traspaso hasta los 9 kilos en base a variables. Es decir, un negocio redondo... para el Betis. Pues para el Villarreal acabó convirtiéndose en un problema.
Con el conjunto castellonense, N'Diaye nunca conseguiría alcanzar la continuidad y el rendimiento que tuvo como bético, pasando por un rosario de cesiones hasta que en la 19/20 acabó siendo traspasado al Al-Shabab de Arabia Saudí a cambio de seis millones de euros que aún siguen coleando.
De los seis kilos en los que se tasó al pivote francosenegalés, el conjunto saudí tan sólo abonó dos, estando los otros cuatro millones pendientes de unos plazos que nunca llegaron a cumplirse, habiendo tenido que actuar al respecto la FIFA, ante las denuncias del Villarreal y de un Málaga que también se ha visto salpicado por la operación.