Álvaro Valles, olvidado

El portero sevillano Álvaro Valles afronta la temporada más dura de su carrera en Las Palmas. Apartado del equipo por su negativa a renovar, el traspaso al Betis no se dio y ahora debe trabajar en la sombra

Manuel PedreroManuel Pedrero 4 min lectura

Ha pasado de ser uno de los mejores porteros de LaLiga a caer en el olvido. El mundo del fútbol tiene historias rocambolescas como la de Álvaro Valles. La temporada pasada deslumbró con Las Palmas en Primera división y su nombre estuvo en las quinielas para ir a la Eurocopa de Alemania que acabó en éxito para la Selección española de Luis de la Fuente. Su negativa a renovar con los amarillos y su frustrado traspaso al Real Betis le condenan a una situación que pondrá a prueba su fortaleza mental. Del todo a la nada en cuestión de meses.

El verano de Valles ha tenido contrastes. Por un lado, el meta de La Rinconada contrajo matrimonio en junio y eso es motivo de alegría (o no, depende para quién). En lo deportivo, apostó por una carta y era la de volver al equipo del que se formó, el Real Betis. Precisamente dejaba la cantera verdiblanca en 2018 para jugar en Gran Canaria. Allí se hizo portero y logró un ascenso a Primera división. Su debut en la máxima categoría no pudo ir mejor. Porcentajes de paradas que lo colocaban en el ranking de los mejores entre las cinco grandes ligas.

El trabajo a la sombre de Álvaro Valles

Pero el meta sabía que tenía un escenario difícil. Sólo le restaba un año de contrato y su deseo era no continuar para jugar en el Betis. Tuvo una importante oferta del Olympique de Marsella y dijo 'no'. Incluso otra propuesta en el pasado mercado invernal procedente del Nottingham Forest. Los ingleses llegaban a dar hasta 20 'kilos', según afirmó el presidente Miguel Ángel Ramírez.

El mandatario canario se lo dejó claro: "Si no renueva, será un aficionado más en la grada". Y es lo que está ocurriendo. Porque Las Palmas y Betis no llegaron a un acuerdo y la oferta verdiblanca no pasó de los cuatro o cinco millones de euros. La amenaza era real y el conjunto insular se cubría las espaldas en la portería con los fichajes de Jasper Cillessen y Dinko Horkas. Incluso este último llegó a perderse algún partido de este inicio y Valles ni siquiera ha entrado en una lista de convocados.

El portero deberá permanecer en la clandestinidad al menos hasta enero, fecha en la que se abrirá nuevamente el mercado. Tendrá que esperar para jugar en el equipo de sus amores. Mientras tanto, Valles acude cada mañana a entrenar a las instalaciones de Barranco Seco sabendo que jornada tras jornada verá los partidos del equipo desde la grada.

El club lo ha borrado de un plumazo del día a día. No aparece en ninguna foto o vídeo en las redes sociales de la entidad y sus entrenamientos se llevan en el oscurantismo. En este periodo se ha especulado con la posibilidad de que Las Palmas pueda rescindirle el contrato que le resta, pero el portero no tiene noticia alguna de que esto vaya a producirse. Su historia es compleja y su protección se ha frenado por un tira y afloja con uno de los presidentes más inflexibles de LaLiga.