Pasó hasta cierto punto desapercibido, pero ocurrió. En un choque frenético entre Girona FC y Athletic Club de Bilbao, en el cual hubo hasta cuatro lanzamientos de penalti, también se produjo un lamentable incidente, ya que desde la grada se lanzó una botella de plástico al asistente de Pulido Santana, Ignacio Alonso López, tal y como reflejó el colegiado en el acta del partido. He aquí sus palabras.
"En el minuto 68, estando el juego detenido, se ha arrojado una botella de plástico llena de agua sin llegar a impactar al árbitro asistente número dos, pero pasando cerca de su posición. El lanzamiento de la botella se ha producido desde una zona del público en la que se encontraban aficionados del equipo local, identificados por las camisetas y bufandas que portaban. Tras este hecho, se ha procedido a activar el protocolo de lanzamiento de objetos, indicando al delegado de campo, que anunciara por megafonía que cesaran dichos actos, continuando el partido posteriormente", señala.
Tan condenable acto tendrá, salvo sorpresa, consecuencias económicas por sanción disciplinaria para el club catalán. En cuanto a cuál sería el castigo para los de Montilivi, hay que tener en cuenta que el lanzamiento no llegó a golpear en el asistente y que además no afectó al desarrollo del partido, siendo ambos atenuantes de la sanción al club. Así, lo más probable es que se quede en una multa económica que, viendo otros precedentes, es muy posible que no pase de los 600 euros. Lo realmente sorprendente sería que no hubiese castigo, ya que en el mencionado acta Pulido Santana recalca que fue necesario activar el protocolo de lanzamiento.
Echando la vista no demasiado atrás, exactamente a la séptima jornada de LaLiga EA Sports, tenemos el precedente de lo ocurrido con el vaso que impactó en el árbitro Alejandro Quintero durante el desarrollo del choque entre RCD Espanyol y Villarreal CF. En este caso, el Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dictaminó castigar al club perico con una multa de tres mil euros y el apercibimiento de cierre. Tal decisión fue tomada al entender como un acto grave el hecho de que se produjese un impacto en el colegiado, si bien no hubo consecuencias lesivas de consideración.
Aunque hace tiempo que la Liga trabaja para erradicar este tipo de comportamientos en los estadios, la realidad es que por el momento sigue siendo una constante en casi cada jornada del campeonato.