El Girona FC está viviendo una temporada muy complicada. Si bien se daba por hecho que repetir lo hecho en la anterior era imposible, ya no hablamos solo de que los resultados sean peores, sino que las lesiones han hecho acto de presencia en el equipo hasta ponerlo contra las cuerdas. Es por ello que Míchel Sánchez, el entrenador, ha optado por tomar medidas drásticas, tal y como expresa en la rueda de prensa previa al choque contra la UD Las Palmas.
"A partir de ahora vamos a mirar más a medio plazo y alinearemos pensando en los siguientes partidos. Creo que es una buena medida para combatir la plaga de lesiones y poder repartir la carga de minutos, ya que Yangel Herrera, por ejemplo, ha jugado nueve partidos en 31 días, un partido cada 3,4 días, y tiene que descansar. Y en una situación parecida está Donny Van de Beek, un futbolista que lleva dos años sin jugar tres partidos en una semana, y ahora tiene que hacerlo", analiza.
El entrenador del conjunto rojiblanco ha reiterado que es "un momento difícil" por las bajas por lesión, hasta nueve, pero ha reivindicado que la plantilla, "muy top", está sacando "fuerzas de cualquier cosa" y ha celebrado la vuelta a la convocatoria de Daley Blind. Oriol Romeu también regresará "pronto" a los terrenos de juego, según ha apuntado.
En cuanto a los jugadores que ve preparados para dar un paso al frente, Míchel ha confirmado que el joven atacante neerlandés Gabriel Misehouy está "preparado" para ser titular, porque tiene "unas condiciones técnicas" de primer nivel, "aunque debe entender mejor el juego colectivo".
También ha elogiado al defensa Arnau Martínez, después de decir hace unos días que es uno de los jugadores jóvenes más inteligentes del mundo. "Está más maduro en todos los sentidos. Tiene claro qué tiene que mejorar, y lo está haciendo. En el campo y fuera del campo. Llegó demasiado joven al fútbol profesional por su talento e inteligencia y después se ha dado cuenta de que también necesita trabajar mejor. Ahora en este sentido es un crack", ha apuntado.
Míchel, además, se ha mostrado muy preocupado por el malestar entre la afición por los precios de las entradas para el partido de la Liga de Campeones ante el Liverpool del 10 de diciembre. Ha afirmado que "el fútbol es de la gente" y que "los estadios tienen que estar llenos", y ha admitido que entiende "el disgusto" de los aficionados, pero ha matizado que comprende las razones de todas las partes.