Las causas del bajón del Girona, al descubierto

El Girona de la actual campaña nada tiene que ver con aquel Girona que el año pasado fue la revelación de LaLiga y prácticamente de Europa, haciendo la mejor temporada de su historia y consiguiendo no solo clasificarse para competición europea por primera vez, sino que lo hizo además para jugar la Champions League. Una temporada inolvidable y que difícilmente volverán a vivir en Montilivi acabando LaLiga en tercera posición después de ser varios meses un candidato al título.

Pero de ahí y ir decimotercero en la actualidad, cuando a estas alturas el año pasado el equipo era segundo, casi con el doble de puntos (62), más del doble de partidos ganados (19) y tan sólo cuatro derrotas, hay un mundo. Tan sólo 34 puntos tiene el Girona en su casillero un año más tarde, con nueve encuentros ganados y doce derrotas... Los números hablan por sí solo.

Pero para encontrar una explicación al bajón del equipo habría que empezar por mirar a la propia plantilla gironí y el valor de la misma. No se le puede exigir al plantel de Míchel este año ya no repetir la hazaña de la pasada temporada, sino incluso acabar entre los cinco primeros que este año accederán a la Liga de Campeones, cuando la diferencia es tan grande en cuanto a valor de mercado entre el año pasado y este.

Y es que el valor de la plantilla del Girona en la 23/24 era de casi 300 millones de euros, concretamente 297,9 millones de euros con futbolistas como Eric García, valorado en 20 millones de euros, Miguel Gutiérrez, Yan Couto, Aleix García o Yangel Herrera, tasados en 25 millones, por no hablar ya Viktor Tsygankov (30 millones), Artem Dovbyk (35 millones) o Savinho (50 millones).

Lógicamente, el realizar una temporada tan espectacular tiene otra consecuencia, y esa es que vengan grandes clubes a fichar a tus mejores jugadores. Así, el Girona vendió a Dovbyk por más de 30 millones, a Aleix García por 18 y otros como Eric García, Yan Couto o Savinho volvieron a sus respectivos equipos al estar cedidos.

Esta temporada, el valor de la plantilla es poco más de la mitad que la del año pasado, concretamente 180,7 millones de euros, en buena parte por la salida de los jugadores más valiosos pero también porque las inversiones del pasado verano no han rendido como se esperaban. Para ejemplo Yáser Asprilla, la contratación más cara por la que se pagó 18 millones de euros al Watford, o la de Abel Ruiz (9 millones) e incluso Bojan Miovski (6,5 millones).

Si a ellos le sumas que jugadores importantes también han bajado ligeramente su valor, como Yangel Herrera, ahora en 20 millones, Tsygankov en 22, o Iván Martín, que ha pasado de 15 a 10 millones, todo ello desemboca en la difícil situación que atraviesa ahora el Girona. Para colmo, algunas de esas inversiones veraniegas, lejos de revalorizarse han perdido incluso valor. Danjuma, cedido por el Villarreal, ha pasado de los 13 a los cinco millones, Miovski de los cuatro a los tres millones y Abel Ruiz, de los 12 a los seis.