Abraham Campos3 min lecturaEl Girona no atraviesa su mejor momento en una temporada que parecía ser ilusionante y ha terminado siendo completamente caótica. El equipo dirigido por Míchel no termina de dejar atrás los malos resultados y se está complicando las opciones de acercarse a las plazas que podrían dar acceso a Europa de cara a la próxima campaña. Se han ido al parón como 13º clasificados con solo 34 puntos y están a cinco de la octava plaza. La 'única' suerte que están teniendo es que los equipos que van por encima en la clasificación también están encadenando malos resultados.
El próximo partido ante el FC Barcelona podría dictaminar en que momento está el Girona, si puede soñar con mirar hacia arriba o por el contrario se debe centrar en cerrar la salvación. Y es que los 34 puntos que ostenta el equipo de Míchel traen un mal augurio al conjunto gerundense. El motivo no es otro que el descenso, ya que la última vez que el conjunto catalán bajó a Segunda División lo hicieron con esta cantidad de puntos en estas mismas jornadas. Ocurrió en la temporada 2018/19 y en la jornada 28, al igual que en este parón, el Girona tan solo tenía 34 puntos. Finalmente todo se terminó complicando y terminarían descendiendo a final de la campaña con solo 37, es decir, solo consiguieron tres más en las últimas diez jornadas.
En aquella temporada, el equipo entonces dirigido por Eusebio Sacristán llegó a la misma jornada que este año como 12º clasificado (ahora, 13º). Pero los resultados de las diez últimas terminaron condenando a un equipo que bajó a Segunda como antepenúltimo y se quedó a cuatro puntos del Celta, que fue quién se salvó con 41 puntos. Una situación que el conjunto dirigido por Míchel espera no repetir porque podrían verse condenados al descenso. Pero nada es imposible, y es que en aquella ocasión el colchón de puntos respecto a la zona roja de la clasificación era mayor (9) que la actual (7).
La racha actual del Girona no es nada halagüeña porque encadenan seis partidos consecutivos sin ganar. Pero es que le vienen unas jornadas que no son nada fáciles para romper con esta situación. Tras el parón se medirán al Barcelona y solo una semana más tarde recibirán al Deportivo Alavés, que lucha por el descenso. Por si fuera poco deberán ir a Pamplona ante Osasuna, que está un puesto por debajo, y recibir al Betis, que pelea por Europa.