El ucraniano Artem Dovbyk, que erró un penalti y firmó otro, y el cancerbero Paulo Gazzaniga, que detuvo otra pena máxima, fueron los grandes protagonistas este fin de semana, durante la victoria del Girona ante Las Palmas por 0-2. Un triunfo muy trabajado que devuelve al conjunto catalán a la senda del triunfo a domicilio tras cinco jornadas consecutivas perdiendo lejos de Montilivi.
No fue el mejor partido de los de Míchel, que, eso sí, consiguieron sumar tres puntos gracias a su eficacia en ambas áreas. Un balón de oxígeno que les acerca aún más a poder disputar la Champions el próximo curso. Su presidente, de hecho, ya ha reconocido que están en conversaciones con la UEFA para adaptarse a las medidas que requieren, reduciendo, por ejemplo, el número de asientos de Montilivi, al no permitir gradas supletorias.
El ucraniano Artem Dovbyk ha anotado un total de cinco goles en los últimos cuatro partidos del Girona, permitiendo sumar tres victorias que asientan a los catalanes en la lucha por la Champions y que colocan al ariete en la cima de la clasificación por el Pichichi de LaLiga 23/24, con un total de 19 dianas; dos más que su más directo perseguidor, el madridista Jude Bellingham (17).
Irónicamente, al mismo tiempo que el ucraniano Artem Dovbyk está acercando con sus goles al Girona hacia la Champions, podría acabar llevándolo también a Segunda. Así lo asegura el medio ucraniano Fanday, que habla de un escándalo en su traspaso al Girona, club sobre el que podría recaer una sanción de la UEFA.
Según el abogado Evgeniy Kuzmin, que ha elevado una reclamación a la UEFA por el traspaso del delantero ucraniano del Dnipro al Girona, explica en declaraciones al citado medio el meollo del asunto: “Confío en que los organismos competentes del fútbol de la UEFA, ante los que he preparado una reclamación, investiguen estas violaciones y tomen una decisión justa y adecuada. Espero que la Federación Ucraniana de Fútbol preste atención a este asunto”.
Según palabras del citado abogado, el Girona pago todos los fondos por el traspaso de su futbolista, aunque “todos los pagos debían ir únicamente a cuentas de bancos ucranianos”, algo que al parecer no ocurrió. “Si hablamos de derecho deportivo, el futbolista está registrado como cliente de la empresa ucraniana de Lyundovsky y sólo esta organización tiene derecho a aceptar pagos por Dovbik”.
Según la citada información, el escándalo radicaría en que en Ucrania habrían llevado a cabo un plan fraudulento para evadir el pago de impuestos en el país, registrando el agente de manera deliberada una entidad jurídica con el mismo nombre de su empresa en Estonia. Esto, según el abogado, “ya es objeto de una investigación previa”.
Un turbio movimiento en el pago del fichaje del futbolista, por el que el Girona abonó ocho millones de euros por el 50% de sus derechos, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia del club, firmando por cinco temporadas; hasta 2028. Un importante movimiento que ha resultado muy beneficioso en lo deportivo, aportando una importante suma de goles.
Sin embargo, ahora, el fichaje de Dovbyk, podría traerle un importante quebradero de cabeza al conjunto catalán, inmerso en la lucha por certificar su presencia en Champions el curso que viene. Según el citado abogado, los clubes inmersos, tanto el Dnipro-1 como el Girona, podrían recibir una sanción, así como el agente perder su licencia de la FIFA. En palabras del letrado, “para los clubes esto significa una gran multa, la privación de la licencia y la exclusión de la participación en el campeonato nacional y en los torneos europeos de clubes”. Un extremo que, de confirmarse, podría dejar por tanto al equipo dirigido por Míchel sin poder participar en Champions e, incluso, sufrir un descenso administrativo que lo lleve a Segunda división. Unas severas sanciones que, a buen seguro, tratarán de evitar en Montilivi, aclarando el asunto y colaborando con la UEFA en esclarecer la situación de su delantero cuanto antes.