Estar 26 días en coma inducido y poder volver a la vida normal es un auténtico milagro. Pero Sergio Rico pretende lograr un segundo. Porque muchos deportistas no entienden de lesiones y sí de recuperaciones. No ven barreras, sino obstáculos que saltar. Y el cancerbero del PSG es uno de ellos.
En su última comparecencia mediática, en una entrevista concedida a DAZN, el exsevillista hizo referencia al punto exacto de su recuperación en el que se encuentra tras la caída sufrida en El Rocío cuando montaba a caballo: "Cada día estoy muchísimo mejor. Siento que mi cuerpo vuelve a ser el de antes. Diría que me he recuperado al 90 por ciento".
Cabe recordar que el de Dos Hermanas estuvo más de 80 días ingresado en el hospital y perdió hasta 20 kilos. Y ahora, por su mente sólo pasa una idea, la de volver a ponerse bajo palos: "En mi cabeza no cabe otra idea que volver a ser portero profesional. Todos los médicos me dijeron que podría volver sin problema, así que, si ellos no lo temen, ¿por qué lo iba a temer yo?".
Su último partido fue ante el Estrasburgo el pasado mes de abril, luego llegó la romería de El Rocío y sobre el desenlace aquel sólo recuerda una cosa: "Sólo recuerdo un sueño. Había dos calles, yo iba en una dirección y veía a mi padre (ya fallecido) en la otra. Le llamaba '¡Papá, papá!', pero no me respondía. Lo he hablado con amigos que se dedican a la psicología y lo que me han dicho es que todavía no era mi momento".
Mucho que ver en su recuperación tiene la mentalidad positiva que tiene Sergio Rico, quien ha optado por pasar pronto de página y no lamerse ni las heridas de aquel accidente: "Mi familia, abuela, mi mujer, me decían que si no me acuerdo, había que dejarlo estar. No hay necesidad de saber cómo fue. Pero bueno, un accidente más, como puede pasar a cualquier persona y en cualquier situación".
Por último, cuestionado sobre qué fue lo primero que vio y sintió cuando despertó del coma, el meta nazareno subrayó lo siguiente: "Estaba un poco asustado. Me tenían monitorizado al completo con un montón de pantallas, la vía... Pensé que tenía que haber pasado algo fuerte. Pero vi a mi familia, mujer, mi madre... El médico me preguntó si sabían quiénes eran. Y dije que por supuesto".