Alberto Gálvez3 min lecturaNi todo entrenador vale para seleccionador ni todo seleccionador vale para entrenador. Porque aunque tengan muchísimas tareas en común son profesiones bien distintas. Y es que el día a día que sí tiene un técnico de cualquier equipo es lo que le permite ganarse, con el trabajo de cada sesión y las charlas individuales, la confianza de sus jugadores. Algo que, en el caso de los preparadores nacionales, no existe.
Quizás por eso a Luis Enrique no triunfó al frente del banquillo de España, porque su mensaje no caló lo suficiente, sobre todo, durante su segunda etapa al frente de 'La Roja'. Eso y su empeño por querer continuar con el modelo de juego que venía practicando el combinado español desde la época de los títulos.
Sea lo que fuere, lo cierto es que el asturiano ha conquistado París y, poco a poco, se ha vuelto a colocar en primera fila del escaparate de entrenadores a nivel internacional. Tras salir un poco perjudicado en este sentido tras el Mundial de Qatar, ahora en el equipo parisino ha recuperado su caché.
Y todo ello, pese a tener que lidiar con el fenómeno Kylian Mbappé. Al exbarcelonista no le ha temblado el pulso y ha sabido domar al astro francés sin que el equipo lo note. Campeón de la Ligue 1 a tres jornadas del final y pese a terner un comienzo dubitativo, el equipo galo todavía tiene opciones de firmar un 'cuadruplete' este año. Por delante, le queda todavía unas semifinales de la Champions League frente al Borussia de Dortmund y la final de la Copa de Francia frente al Olympique de Lyon.
Cabe recordar que el pasado mes de enero ya se impuso en la Supercopa de Francia al Toulouse (2-0), siendo este el primer título que levantaba 'Lucho' en tierras francesas.
Las ha tenido de todos los colores en las ruedas de prensa y comparecencias mediáticas en el PSG durante esta temporada. Además, en español. Pero aun así, ha convencido al principal líder del PSG, Nasser Al-Khelaifi. Y por eso, conscientes de que la marcha de Kylian Mbappé este verano necesitará alguien que sujete fuerte el timón del barco parisino, en el club están dispuestos a ofrecerle un contrato mucho más largo a Luis Enrique, cuyo actual compromiso acaba en junio de 2025.
Y según L'Equipe, quieren firmarlo sea cual sea el resultado de las 'semis' de la Champions League. En su día sonaron cantos de sirenas de una posible vuelta de Luis Enrique al Barcelona y del deseo de este de entrenar en la Premier League, pero en la ciudad del amor no están dispuestos a que se les escape tan pronto el técnico español.