Jürgen Klopp es uno de los mejores entrenadores en el universo futbolístico en la actualidad y el Liverpool confía en él para dirigir a sus pupilos. Incluso Alemania piensa en él para su banquillo. Sin embargo, no todos los días puede uno estar al cien por cien. Incluso hay veces en que ser el mejor o uno de los mejores no es suficiente. Y eso es lo que le ha pasado al entrenador que se ha terminado decepcionando por la actuación de una de sus mejores bazas y en un escenario como Anfield. En el vertiginoso partido que se vivió en el templo de 'Los Rojos', en el que incluso hubo lío por un posible codazo del árbitro a un futbolista local, el egipcio Mohamed Salah protagonizó uno de los momentos que terminaron abochornando a Klopp. Las imágenes hablan por sí solas.
Con un 1-2 en contra el hombre que había logrado empatar momentáneamente el partido tuvo en sus botas un gol que habría sido decisivo para cosechar una valiosa victoria. Arsenal y Liverpool luchan por objetivos diferentes, pero no por ello menos importantes y Anfield estaba muy caldeado. Corría el minuto 53 del partido y Mohamed Salah fue el hombre encargado de tirar la pena máxima. Klopp se dio la vuelta, no quería mirar. Pero, por dentro, estaba convencido de que su crack no le fallaría.
El egipcio chutó y el balón no quiso entrar en la portería, se marchó por el palo diestro del guardameta 'gunner'. La decepción o el chasco vino luego y las cámaras lo grabaron. El entrenador alemán pensó que el esférico sí se había colado en la portería, lo celebró aún de espaldas al terreno de juego y mirando a las gradas. Luego se giró y comprobó que no había pasado. Un momento anecdótico que quedó para la posteridad y que DAZN ha dejado en un clip en Twitter. "Klopp no quiso ver el penalti que Salah acabó fallando. Escuchó a la afición del Arsenal… y pensó que el Liverpool lo había marcado. Su reacción al final, ¡no se lo podía creer", dicta el tuit que acompaña un pequeño bochorno vivido por el míster.
Lo cierto es que ese penalti es el segundo consecutivo que falla Salah y habría supuesto un 2-2 en el minuto 53. El Liverpool logró rescatar un punto en su feudo merced a un tanto de Roberto Firmino en los últimos compases de juego, que acrecentó la locura que se estaba viviendo en las gradas de Anfield. La buena actuación de Salah a lo largo de los 90 minutos de partido no empaña esta anécdota, aunque el resultado podría haber sido diferente.
La buena noticia es que el conjunto dirigido por Klopp reaccionó a tiempo para revertir un partido que marchaba con un 0-2 y que estaba más cerca del 0-3 que del 1-2. Los primeros goles 'gunners' obras de Gabriel Martinelli en el minuto 8 y de Gabriel Jesús en el 28 noquearon al Liverpool, que no parecía poder aguantar el ritmo frenético del encuentro. Pero precisamente fue Salah el encargado de materializar el 1-0 que supuso un punto de inflexión, justo antes de que concluyera la primera mitad.