La luz de Jesé Rodríguez como jugador profesional se apaga. El delantero canario vive sus momentos más bajos desde que comenzó su carrera. Suma su segundo mercado sin encontrar equipo y la última vez que se le vio en un terreno de juego fue hace ya casi un año y en una liga alejada de los focos como la brasileña. Fue en el Coritiba donde pasó de puntillas y no llegó a cumplir el contrato firmado. Disputó seis partidos (90 minutos entre todos ellos) en los que anotó un gol. Regresó a España tras aquella decepcionante etapa y desde entonces, el mundo del fútbol le ha dado la espalda.
Entrena en doble sesión en Las Palmas de Gran Canaria. No arroja la toalla y su imagen en redes sociales transmite inconformismo. No quiere tirar la toalla. Pero lo cierto es que nadie confía en él. Y eso que le puso voluntad en una entrevista concedida en el mes de enero al diario Marca: "Quien me dé la oportunidad no se va a arrepentir", llegó a decir. Y dejaba un recado a sus críticos: "Me siento y siempre me sentiré futbolista".
Incluso soñó con encontrar un destino cercano: "He tenido alguna cosa pero no he querido tomar decisiones precipitadas. Me gustaría llegar a un sitio donde tenga estabilidad, donde pueda jugar de seguido. Si tuviera esa continuidad que todo futbolista busca, seguro que rendiría como lo he hecho en otros sitios. Me gustaría que fuera en España, cerca de mi familia", desveló.
Pero lo cierto es que Jesé no ha recibido una sola oferta convincente. Sólo ha acumulado negativas. De equipos de Segunda división como el Eldense. "Es verdad que se ha ofrecido. Pero esa opción ha quedado descartada porque no era viable al no ser el Jesé del Real Madrid o del PSG", dijo el director deportivo alicantino Manu Grill. El delantero ha pasado de ganar Champions League con el Real Madrid, vestir la camiseta del PSG a no ser aceptado por combinados de categorías inferiores a la élite.
Sus últimas etapas en el extranjero fueron un preludio de su declive. Más allá de Brasil, Jesé también pasó de puntillas por la Sampdoria y el Ankaragücü. Hasta en dos ocasiones recaló en la UD Las Palmas, el equipo al que también se ofreció sin éxito para una tercera etapa. Le cerraron las puertas de manera definitiva por criticar públicamente a García Pimienta durante un playoff de ascenso.
Su imagen lejos del terreno de juego no juega a su favor. Sus idas y venidas con la televisiva Aurah Ruiz, sus escarceos con la música y su perfil de reguetonero barato hacen que no le tomen en serio. El fútbol no se casa con actividades lejos del terreno de juego. Un cóctel explosivo cuyo resultado es amargo. A sus 31 años, Jesé está abocado a una retirada y colgar definitivamente las botas. Poco queda ya de aquel joven canario que sonreía en el Santiago Bernabéu y que comparaban con Cristiano Ronaldo. El amado fútbol le ha dicho adiós.