Un penalti cometido por Rober Pier a los 129 minutos del Levante-Alavés dejó al conjunto local sin ascenso y tendrá que pelear el próximo año, otra vez, por recuperar la categoría perdida el pasado año.
Lo tendrá que hacer, previsiblemente, sin muchos de sus jugadores, ya que parte de su plantel acaba contrato y, entre ellos, se encuentra el autor del penalti, Rober Pier, además de un Shkodran Mustafi, Sergio Postigo, Rober Pier, Roberto Soldado y el sevilano José Campaña, que todos los años se le vincula al Sevilla sin que acabe de cerrarse su regreso.
El centrocampista sevillano no pudo ayudar en el trascendental partido del Ciutat de Valencia, ya que se rompió el ligamento cruzado en abril. De hecho, esta lesión condiciona su futuro, ya que no regresaría a los terrenos de juego hasta bien entrada la temporada. Concretamente, entre noviembre y diciembre de este año.
Después de que el pasado verano fuera inscrito en LaLiga por el Sevilla por si acaso debía ocupar las plazas que Oliver Torres o Gudelj iban a dejar libres si cerraban sus posibles salidas a Italia y Turquía, respectivamente, este año se daba por hecho que ese anhelado regreso tendría lugar. Pero su grave lesión y la marcha de Monchi dejan en el aire esta opción.
Tras siete años en el Levante, el sevillano ha dicho adiós al conjunto granota de la forma más triste. A día de hoy, su futuro es una incógnita. El Sevilla no fichará a alguien con el que no puede contar en el tramo en el que se jugará su futuro en la Champions; aunque, por otro lado, tiene la ventaja de poder añadir una inscripción y ampliar su lista UEFA, ya que Campaña ocuparía una de las cuatro plazas que la UEFA obliga para jugadores formados en la cantera. Y que este año sólo tenía a Jesús Navas, lo que obligaba a hacer una Lista A de 22 jugadores.
El mediocentro sevillano salió del Sevilla hace justamente una década y, con 30 años, consideraba que era el momento propicio para regresar. Su futuro se decidirá en las próximas semanas, aunque al ser un agente libre siempre podría fichar por el club que quisiera y que tuviera fichas disponibles cuando el mercado de verano cerrase. De cómo se recupere dependerá esta opción. Mientras tanto, sólo le queda sufrir los cuatro o cinco meses que aún tiene por delante de duro trabajo.