Sevilla FC 3-0 Manchester United: Dejen paso al hexacampeón, que quiere la Séptima

Goleada soberbia del Sevilla FC, que pasó como una apisonadora (3-0) por encima de un Manchester United que se dio varios tiros en el pie (errores no forzados de De Gea y Maguire en el primer gol y el tercero), pero que habría sucumbido igualmente ante el par de marchas más que impusieron los de José Luis Mendilibar, con cierta holgura en LaLiga tras ganar en Mestalla y mullir su colchón sobre el descenso, lo que permitió a los nervionenses poner toda la carne en el asador de la vuelta de cuartos de la Europa League, igualada sobre la bocina en Old Trafford con dos autogoles mancunianos y rematada en el Ramón Sánchez-Pizjuán con inusitada solvencia. El hexacampeón, que golpeó al inicio de cada periodo y resolvió en los compases postreros, confirmó su idilio con esta competición, creyendo en una gesta tangible antes, incluso, de lo esperado y que tendrá continuidad los días 11 y 18 de mayo contra la Juventus, que sufrió para defender su ventaja mínima en Lisboa. En una temporada para olvidar que se está enderezando en el tramo final, el gran favorito (por historia, más que por presupuesto) demostró querer más que nadie su broche de plata.

No pudo empezar mejor el encuentro para los anfitriones, que se adelantaban a los ocho minutos tras un error grosero de Maguire, habituado en los últimos años a las pifias y carne de 'memes' en las redes sociales. De Gea, todo sea dicho, complicó innecesariamente al central internacional con los 'Pross' con una entrega por dentro que capturó enseguida Lamela con su presión, permitiendo a En-Nesyri resolver por bajo en el mano a mano. La mayor intensidad blanquirroja encontraba pronto premio ante un oponente que parecía todavía grogui desde la ida y que tardó en levantarse de la lona, con un tocado Marcao erigido en frontón y los de Ten Hag imprecisos a la hora de combinar en campo ajeno. De hecho, no fue hasta el ecuador, tras el par de sustos iniciales merced a las dudas de Bono, cuando el cuadro mancuniano avisó de verdad al marroquí: Sancho percute por la izquierda, la deja en la frontal para Antony y Sabitzer se entromete en el zurdazo del brasileño, capturando Wan-Bissaka el rechace para disparar flojo y centrado, fácil para el tercer mejor portero de 2022.

Sin embargo, la confianza se había instalado en las huestes de Mendilibar, como se demostró en el 26, con un centro de rabona de Gudelj y una dejada de En-Nesyri para que De Gea se adelante por poco a Ocampos, última acción reseñable antes de la recaída de Marcao, suplido por Suso para que 'Nema' regresase a su hábitat natural el último año y medio. El compromiso era otro de los baluartes nervionenses, pues, sin renunciar nunca al ataque, sobresalía la solidaridad hasta de los delanteros para replegar y hacer coberturas. El United sólo aparecía a cuentagotas y con escaso peligro, como demostró a diez del intermedio el cabezazo alto de Casemiro a pase de Antony. Mucha más sensación de peligro llevaba el caracoleo del 'Coco' en el semicírculo, con lanzamiento ajustado abajo. Si no había errores, parecía imposible que los 'red devils' se metiesen en el partido, por lo que fue muy aplaudida la intervención de Fernando tras un regalo de Badé, si bien eran los locales los que apretaban en pos del segundo. Lo adivinó Suso, que estrelló su disparo desde cerca en Lindelof, y lo consiguió Ocampos, que la puso en la escuadra a los cuarenta minutos a pase de un Acuña en posición ilegal cuando recibió, como confirmaría luego el VAR.

La anulación del tanto espoleó a ambos equipos, con el Sevilla redoblando esfuerzos para resarcirse antes del descanso y los británicos obligados a despertar. A renglón seguido, Martial se entretuvo dentro del área, aunque Mr Reges se jugó el penalti lanzándose al suelo para evitar la penetración en el área de Sancho. Un disparo de Casemiro que desvió un zaguero complicó a Bono en el alargue, aunque no tanto como el posterior de Rakitic que sacó con el pecho el otrora madridista, justo después de que Antony tuviese que echar una mano para mandar a córner el centro-chut de Ocampos. No hubo tiempo para más. Visto lo visto, el 1-0 se quedaba terriblemente corto para los merecimientos de unos y otros. La leyenda blanquirroja con la Europa League, con seis precedentes en los que llegar a cuartos significaba hacerse con el título, estaba más cerca de cumplirse. Con toda una segunda mitad por delante, ni Rashford se antojaba suficiente para cambiar el signo de un duelo que sólo podía perder el propio conjunto de Mendilibar, lo que no estaba en el guion.

El panorama tan poco halagüeño provocó que Ten Hag forzase nada más volver de vestuarios a dos de los que volvían apresuradamente de lesión y que seguramente estaban para menos esfuerzo, Shaw y el mencionado Rashford, pero el Sevilla golpearía pronto, antes incluso del segundo minuto de la reanudación, gracias al córner que botó Rakitic y cabeceó en parábola Badé para aprovechar la media salida de De Gea y poner, ahora sí, con dos tantos de ventaja a los anfitriones, que volvían a pisar el acelerador ante un United noqueado que estuvo a punto de despedirse en otro saque de esquina que quedó muerto en el área chica tras un cabezazo de En-Nesyri, pero ni Ocampos ni Gudelj pudieron apuntillar a la red el 3-0 en plena melé. Con todo perdido, los ingleses se desplegaron a la desesperada. El cansancio empezaba a hacer mella en su rival, aunque Navas sacó fuerzas de flaqueza para cortar un pase de la muerte de Sabitzer a un Marcus visiblemente disminuido físicamente, mientras que Bono se sacaba de encima el violento zurdazo de Casemiro desde el semicírculo.

Tocaba resguardarse y encomendarse a los contragolpes, una tarea que surtía efecto sin que se atisbase siquiera una reducción de la distancia en el marcador. Eriksen, en un libre directo que procuraban igualmente Shaw y Rashford, la mandaba cerca del ángulo, pero la escuadra hispalense no cejaba en su empeño de atosigar a balón parado, rozando Rakitic el premio con un zurdazo que se paseó por boca de gol sin que nadie la desviase. La insistencia y el derroche sevillistas conseguirían que la gesta tuviese tintes de goleada, después de un fallo absurdo de De Gea, que quiso amortiguar un balón en largo lejos de sus dominios pero que se la dejó pintiparada a En-Nesyri para que el norteafricano lograse a puerta vacía un pasaporte a semifinales más que justo del único equipo que lo dejó todo sobre el terreno de juego, trasladando al verde la fe de vestuario y afición en la semana previa.

FICHA TÉCNICA.-

Sevilla FC: Bono; Jesús Navas, Badé, Marcao (Suso 29'), Acuña (Alex Telles 84'); Fernando, Gudelj; Ocampos, Rakitic, Lamela (Bryan Gil 80'); y En-Nesyri.

Manchester United: De Gea; Wan-Bissaka (Shaw 46'), Maguire, Lindelof, Dalot; Casemiro, Sabitzer (Fred 68'); Antony, Eriksen (Elanga 86'), Sancho (Rashford 46'); y Martial (Weghorst 54').

Árbitro: Artur Dias (portugués), con su compatriota Tiago Martins en el VAR. Amarillas al local Bono, así como a los visitantes Casemiro, Antony y Shaw.

Goles: 1-0 (8') En-Nesyri; 2-0 (47') Badé; 3-0 (81') En-Nesyri.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de Europa League, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla ante 41.974 espectadores, con amplia presencia de aficionados británicos en la zona visitante de la grada (2.847, concretamente).