Manuel Pedrero4 min lecturaLa Euro 2024 se acerca a la vuelta de la esquina y las 24 selecciones ya entrenan y preparan con amistosos la llegada de los encuentros oficiales en la fase de grupos. Como viene siendo habitual en todo torneo de esta magnitud, la mirada no sólo estará puesta en los jugadores, sino también en los árbitros. Su trabajo es fundamental para el correcto funcionamiento de la competición y desde la UEFA se ha querido dotar de más protección a este colectivo con la intención de preservar su "seguridad" durante los envites. Se ha modificado una normativa que no ha gustado en demasía a futbolistas y seleccionadores.
El máximo organismo europeo quiere que la Eurocopa salga redonda. Durante un mes, los países presentes en el torneo pelearán por llegar a lo más alto. España sueña con la que sería la cuarta corona tras las conseguidas en 1964, 2008 y 2012. Sin olvidar a otras favoritas de la talla de Alemania, Francia o Inglaterra. Luego habrá una segunda tanda de selecciones a tener en cuenta como Bélgica, Portugal, Países Bajos o Croacia. En cuanto a los colegiados, un cambio en la normativa dará qué hablar y desquiciará a muchos jugadores.
Ya no se podrá protestar en masa a los árbitros. Es el cambio que ha impuesto la UEFA para la Eurocopa de Alemania que arrancará el próximo sábado día 15 de junio. Una medida consensuada para eliminar las posibles 'coacciones' y presiones a los trencillas.
A partir de la Euro, sólo los capitanes de equipo podrán ir a a hablar con el árbitro. Pero hay una excepción a estar regla. Si el capitán de una selección es el portero, se designará a un jugador de campo como interlocutor para intercambiar palabras con la 'autoridad' en el terreno de juego. En caso de protestas o remolino de jugadores alrededor del árbitro, habrá amarillas para aquellos futbolistas no autorizados.
El seleccionador alemán, Julian Nagelsmann, se ha pronunciado al respecto: "En general, creo que la regla es muy buena. Se habla demasiado en el fútbol. No son sólo los jugadores, a mí también me pasa lo mismo", comentó.
Además habló sobre las amarillas en el torneo: "Como entrenador sé que una tarjeta amarilla en la Eurocopa es increíblemente cara. Desde una perspectiva económica (multas) y también desde una perspectiva de comportamiento, deberías abstenerte de ir a protestar. Pero tengo que ser honesto, no siempre puedo conseguirlo".
Hay que recordar que cada cartulina implica una sanción económica a las federaciones. En el caso de las amarillas, la multa es de 2000 euros, mientras que una expulsión, dobla la cuantía hasta los 4000. El dinero recaudado en el torneo irá a parar a la fundación de la UEFA.