¡Jugó 120 minutos con un desgarro muscular!

La fiesta para la Selección Suiza de Murat Yakin duró mucho más de lo previsto y mucho menos de lo que habrían esperado sus aficionados, y sobre todo alguno de sus jugadores más importantes. Se enfrentaban a Inglaterra en los cuartos de final de la Eurocopa en lo que terminó siendo un partido digno de evitar ver. En términos futbolísticos careció de interés hasta el tanto de Embolo a falta de 15 minutos para el final. Aquí se desató la fiesta en la grada alpina que veía como contra todo pronóstico tenía contra las cuerdas a una de las favoritas. Aunque la fiesta duró realmente poco con el empate de los de Southgate y la posterior derrota en la tanda de penaltis.

Uno de los futbolistas que seguramente se pueden incluir en la lista de los que más sufrieron en la jornada de sábado fue Granit Xhaka. Por dentro llevó la pena y la decepción de lo que supuso no acceder a las semifinales de un gran torneo, y más, tras los buenos minutos que hicieron a nivel defensivo y ponerse por delante en el marcador. No supieron amarrarlo. Pero por fuera también sufrió.

Tuvo un desgarro muscular

Y es que en los días antes del partido se le diagnosticó una lesión que pudo apartarle de los terrenos de juego, pero él no lo permitió: "El lunes me diagnosticaron un desgarro de una fibra muscular en el aductor. Pero tenía muchas ganas de jugar y lo intenté todo para estar en el campo esta semana. Me fue bien y tenía la sensación de que el equipo me necesitaba. Quería enviar una señal de que estoy dispuesto a jugar incluso cuando tengo dolor".

"Ayer pude entrenar por primera vez con el equipo y funcionó. Se vio hoy que no podía jugar balones largos ni disparar a portería. Pero todo lo demás salió muy bien. Ahora toca unas vacaciones, un poco de relajación y ver cómo están los músculos aductores. Por un lado me voy de vacaciones con buenas sensaciones y por otro con malas", sentenció.

Se terminó demostrando que cuando la cabeza y el corazón hablan, el estado físico queda en un segundo plano. Eso mismo le pasó ayer a Xhaka. No se llevó el premio de las semifinales pero sí el reconocimiento de todo un país: “De alguna manera pude completar los 120 minutos con la lesión”.