At. Madrid
Feyenoord
El Atlético de Madrid, con su remontada de este miércoles en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions (3-2), cortó una racha impecable de seis victorias consecutivas en duelos oficiales de su rival, el Feyenoord, cuarto actualmente de una Eredivisie de la que es vigente campeón. Sin embargo, los ultras de la escuadra de Rotterdam no digirieron bien el resultado y protagonizaron un grave altercado a la finalización del choque en los vomitorios del Cívitas Metropolitano, aunque la rápida y contundente actuación de la Policía Nacional evitó males mayores. Según testigos presenciales, un nutrido grupo de hinchas radicales del cuadro neerlandés accedió a la zona de palcos VIP del recinto colchonero en persecución de un aficionado local, generándose una carga de las autoridades que, a falta de confirmación oficial, ha deparado varios detenidos y heridos, entre ellos un niño y un seguidor foráneo.
Si hace unos días eran sus homólogos del Ajax los que no se tomaban bien la goleada al descanso del Feyenoord en el Amsterdam Arena, lanzando bengalas y obligando, primero, a la suspensión en dos ocasiones del choque y, posteriormente, a su reanudación a puerta cerrada (0-4), esta vez fueron los ultras de Van Zandvlietplein los que la liaron en su primer desplazamiento del curso en competiciones europeas, tras imponerse por 2-0 al Celtic de Glasgow en la jornada inaugural en De Kuip. Como suele ser habitual en estos casos, grupos extremos de similar simpatía política acompañan a los desplazados para aumentar su número y peligrosidad, generalmente cuando los reciben otros de simbología opuesta. Según paneles de expertos, los representantes de Países Bajos estuvieron escoltados por los radicales del Pogon polaco y su característica bandera romaní del pueblo gitano.
No existen por el momento reportes oficiales sobre daños concretos, que llegarán ya, al ser de madrugada, en la jornada del jueves, aunque no hay que lamentar, al parecer, víctimas graves. La afición del Feyenoord es tristemente conocida en el Viejo Continente por la decena de incidentes registrados en sus muchas visitas con el equipo, con altercados registrados en Berna (Suiza), Tirana (Albania) o Roma (Italia). Se mueven en números considerables (más de 3.000 en la capital madrileña en un día laborable) y, además, consiguen burlan las limitaciones de aforo impuestas por la UEFA, que, si bien obliga a que cada entidad reserve el 5% de sus entradas para sus 'invitados', declara los encuentros en su mayoría como de Alto Riesgo, con lo que no deben mezclarse aficiones en los accesos al estadio ni dentro del mismo, como sí ocurrió en el Metropolitano.