Las jugadas polémicas del Real Madrid-Manchester City

El partido fue bastante plácido para el portugués Artur Dias. No se lo pusieron demasiado complicado los jugadores del Real Madrid ni los del Manchester City. Acertó en todo. O, el menos, el VAR no tuvo que corregirle ninguna decisión durante los noventa minutos. Ha sido un partido de guante limpio. Solo cinco cartulinas amarillas y todas ellas merecidas: Kroos, Camavinga, Ancelotti (por protestar), Gundogan y Bernardo Silva.

Pudieron ser más, pero el colegiado optó por la permisividad hasta que pudo. Sobre todo, en los primeros compases del choque, donde le perdonó la amonestación a Grealish por una entrada a destiempo sobre Rodrygo cuando todavía no se había cumplido ni el primer minuto de juego.

Sin embargo, si ponemos la lupa en el arbitraje del portugués, los británicos pueden estar insatisfechos por una acción en el primer tiempo. Corría el minuto 14, cuando los 'citizens' buscaron a su goleador, Erling Haaland, con un balón aéreo. Y cuando el noruego se disponía a cazar con la cabeza el esférico, Carvajal impactó con fuerza en su espalda y le desestabilizó. Reclamó el delantero nórdico penalti, pero Artur le ordenó levantarse entendiendo que había sido una carga, si bien el impacto no se produjo hombro con hombro como establece el reglamento. Sin duda, de haberlo pitado, tanto la noche de Haaland como el partido podría haber sido otro. O quizás no.

Ya en el segundo tiempo llegaría otra acción polémica del envite. Concretamente en el 61', cuando Valverde también pidió penalti por ver que el balón le tocaba a Grealish en el brazo. Pero lo que no vio el uruguayo y sí el colegiado y el VAR es que el brazo del de Birmingham estaba pegado al cuerpo y no desvió la trayectoria del balón. También pidieron los blancos una roja directa para Bernardo Silva por una entrada a Camavinga en la primera parte, pero no lo interpretó así el portugués.

Pero el momento de más tensión arbitral que se ha vivido en el Bernabéu lo ha protagonizado Ancelotti. El italiano protestó airadamente que antes del gol de De Bruyne había salido el balón por la línea de banda. Y sus protestas fueron condenadas con una cartulina amarilla. Sin embargo, el VAR no pudo revisarlo porque la fase de ataque de los ingleses arrancó después, tras la pérdida de Camavinga, y el reglamento impide que se revise tan atrás. Eso sí, la tecnología del canal de televisión BeIn Sports le ha dado la razón al italiano.

Finalmente, todos se marcharon contentos con el empate, si bien el Real Madrid mereció más por las ocasiones que tuvo, como la última de Tchouameni en el 90'. En la noche más atípica de Haaland, el Real Madrid dejó vivo al City de Guardiola y el pase a la final se tendrá que decidir en el Eitihad Stadium.