Sara Portillo Maya7 min lectura
Feyenoord
At. Madrid
El Atlético de Madrid acudía al estadio de De Kuip aún sin saber qué haría la Lazio, último rival de la fase de grupos en Champions League, y con la intención de firmar una victoria que lo clasificara para octavos, sin tener que depender de nadie más. La tarea no era sencilla, se enfrentaba a un Feyenoord que ha hecho de su casa un fortín y cuya presión alta ya le hizo comenzar ganando en el Metropolitano. También estaban los colchoneros avisados de Santi Giménez, el goleador mexicano del Feyenoord. Los de Slot querían ganar, y serían aupados por su público. El estadio estaba a reventar.
Pero las cosas no se dieron para los locales, que comenzaron perdiendo por un gol absurdo pero válido para los colchoneros. Mario Hermoso amplió la renta con un gol que es el deleite de muchos. Para colmo de males, en el momento en el que el 1-2 dio alas a los locales... llegó el 1-3. Santi Giménez marcó... pero no de la forma que esperaba. Con ese resultado terminó el partido en una noche redonda para el Cholo Simeone en su encuentro número 100 de Champions League como entrenador del Atlético de Madrid: victoria y clasificación a octavos de final del mayor campeonato continental a nivel de clubes.
La primera mitad el partido comenzó con un ritmo muy alto, era lo que se esperaba. El Feyenoord quería hacer su juego, presionar, ser fuertes, encerrar al Atlético de Madrid. Jugaba en casa y el campo rugía. Pero pronto el conjunto de Simeone salió de su encierro. Primero, para equilibrar la balanza. Después, para mostrarse superiores. Se vivieron minutos de mucha intensidad donde ambos equipos pudieron dominar y marcar. Pero la falta de precisión terminó sentenciando a los de Slot, que además se unió a la indecisión.
De hecho... así llegó el primero de la noche: la presión de los colchoneros hicieron que la defensa del Feyenoord no pensara con claridad y Geertruida, en una gran falta de entendimiento con el guardameta Bijlow, se terminó metiendo un gol en propia puerta que fue muy tonto, inesperado, 'chorra', pero que servía igual para abrir el luminoso con un 0-1 favorable al Atlético de Madrid. Todo, con la intención de despejar un centro lateral de Llorente, en segunda jugada tras un saque de esquina. Y así se marchó el encuentro al descanso.
El Atlético de Madrid comenzó mucho mejor la segunda mitad de lo que había iniciado la primera (que por otro lado terminó dominando). Griezmann, a quien le sienta muy bien jugar como pareja en una dupla de ataque con Morata, llegó mucho más enchufado y a punto estuvo de anotar el 0-2, nada más empezar el partido. El esférico se topó con la madera. Poco a poco, el Feyenoord se fue encerrando más y más en su campo, su juego era impreciso, incómodo, sometido a la presión de un Atlético de Madrid que, eso sí, tenía que vigilar la retaguardia para las acciones a la contra. 10 minutos después del 'uy' de Griezmann... llegó el segundo de la noche, segundo también para los de Simeone, que aplaudía desde la banda tan sorprendidos como el propio Mario Hermoso: recibió un pase del recién ingresado al terreno de juego Pablo Barrios y su primer toque (en lo que parecía un intento de centro al segundo palo) se convirtió en una volea espectacular que terminó envenenándose y colándose en la portería defendida por Bijlow.
Lejos de bajar los brazos, el Feyenoord se creció. Siguió peleando para conseguir recortar distancias para, como mínimo, empatar el partido. En juego: el pase de ronda. Y así llegó en el minuto 77 el 1-2 de Wieffer, gracias a un testarazo a la salida del córner. Con eso, el equipo se vino arriba y la afición local, también. Soñaron con el empate durante poco tiempo, puesto que en minuto 81, en un momento de asedio absoluto del conjunto neerlandés... el goleador mexicano Santiago Giménez marcó otro en propia puerta, en su intento por despejar de cabeza un saque de falta del Atlético de Madrid. 1-3, y menos de 10 minutos. La cosa se complicaba. Lo pelearon hasta el final. Pero los de Simeone supieron hacer un partido muy serio. Ejecutaban cada acción con cabeza, incluso cuando la situación se tensaba.
El pitido final del colegiado supuso una alegría descomunal en el Atlético de Madrid que a falta de un partido para que termine la fase de grupos, logra sellar el pase a octavos de final de la Champions League. Ahora, tienen en juego el liderato en la última jornada, la número 6 de la fase de Grupos. Se medirán en el Cívitas Metropolitano a la Lazio el próximo 13 de diciembre a partir de las 21.00 horas.
1 - Feyenoord: Biljow; Geertruida, Trauner (Milomba, m. 63), Hancko, Hartman; Wieffer, Stengs (Invanusec, m. 70), Timber (Sauer, m. 78); Minteh (Lingl,m. 63), Santi Giménez, Paixao (Ueda, m. 46).
3 - Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Witsel, Giménez, Hermoso, Riquelme; Llorente (Barrios, m. 56), Koke (Correa, m. 84), De Paul (Saúl, m. 74); Griezmann y Morata (Memphis, m. 74).
Goles: 0-1, m. 15: Geertruida, en propia puerta. 0-2, m. 58: Hermoso. 1-2, m. 77: Mats Wieffer. 1-3, m. 81: Santiago Giménez, en propia puerta.
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra).
Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada del grupo E de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Feyenoord 'De Kuip' de Rotterdam ante unos 42.000 espectadores