El Celta de Vigo se despide del año peleando por entrar en competiciones europeas. El equipo gallego se suma a la lista de clubes que luchan por una plaza entre los mejores equipos del continente tras un primer tramo de temporada dónde el cuadro celeste ha encontrado la regularidad en los últimos partidos de LaLiga. Los partidos fuera de casa eran la asignatura pendiente del combinado vigués que ha convertido Balaídos en un fortín. Además, los goles encajados estaban condicionando la lucha por estar entre los equipos en plazas europeas, pero Claudio Giráldez ha conseguido poner remedio al gran problema del Celta de Vigo.
El técnico de Porriño, tras muchas pruebas e inventos, ha conseguido encontrar el equilibrio en la parte trasera del esquema y suma 4 porterías a cero esta temporada. Con la defensa de tres, los dos carrileros y Fran Beltrán junto a Ilaix Moriba en el centro, Claudio Giráldez ha conseguido poner remedio al gran problema del Celta de Vigo, que se marcha al parón navideño con grandes sensaciones y esperanzas de cara al 2025. Javi Rodríguez, Starfelt y Marcos Alonso han configurado una línea de tres muy segura sobre la portería del veterano Guaita, que sigue siendo imprescindible para el entrenador del Celta de Vigo. Además, Giráldez ha encontrado profundidad y contundencia en los carrileros, Mingueza y Hugo Álvarez, mientras que el centro del campo está consolidado con el talento y físico de Fran Beltrán e Ilaix Moriba, cuyo futuro sigue en el aire.
La gran incógnita del Celta de Vigo, por la que aún no se ha decantado por una opción Claudio Giráldez, es la delantera. Iago Aspas ya renovado y si no arrastra molestias, es titular indiscutible, pero los otros dos huecos disponibles aún faltan por ser asignados por el míster. Douvikas y Borja Iglesias comparten la punta de ataque, a la que se ha sumado Pablo Durán. El joven canterano gana protagonismo en la parte ofensiva del equipo, mientras que Borja Iglesias parece haberle ganado la batalla a Douvikas, que apunta a salir en este mercado de invierno. De momento, cuatro goles avalan la cesión de Borja Iglesias que lleva dos meses sin anotar un gol. La competencia en el ataque lo mantiene enchufado aunque los goles no hayan llegado en los últimos encuentros. Borja Iglesias no agacha la cabeza, aunque ve amenazado su puesto tras la irrupción de Pablo Durán que vuelve a liar, aún más, los planes de Giráldez para el ataque.