El Celta de Vigo trabaja para poder mantener la categoría en un año que comenzaba con la ilusión de llegar al centenario. La situación del equipo ha decidido aguar la fiesta celeste antes siquiera de que pudiera comenzar a celebrarse. Al conjunto gallego le está costando encontrarse y los resultados no acompañan en absoluto a lo que se esperaba con Rafa Benítez como entrenador. Pero entre las muchas sombras, aparecen algunas luces que provocan un 'bendito' problema en el Celta. Tiene nombre propio y también posición: la delantera.
Uno de los principales problemas, como reconoció el propio Rafa Benítez en la previa del partido contra el Rayo Vallecano de la jornada 16 de LaLiga EA Sports y que está perjudicando mucho al equipo es la falta de acierto. El técnico valora positivamente al equipo, aunque reconoce que hay "que ser más precisos": "Recuerdo un remate a última hora de cabeza de Bamba al que el portero hace una buena parada. Hacer un partido con 26 tiros y que no ganes no es lo normal. También hicimos 25 con el Getafe. Eso demuestra que nosotros llegamos, tiramos y ahora tenemos que ser más precisos".
Y en medio de ese 'llamamiento' de Benítez a sus pupilos para que dejen de tener la pólvora mojada cabe recordar a Anastasios Douvikas, gracias a quien el Celta se clasificó para la tercera ronda de la Copa del Rey. Dos goles con los que el griego pudo reivindicarse: puede ser la llave al quebradero de cabeza que tiene Rafa, quien a los medios también aseguró estar dándole constantemente vueltas a la cabeza para "dar con la tecla".
El delantero griego en el partido de Copa del Rey ante Sestao firmó una buena actuación, siendo uno de los pocos habituales que pudieron mostrar su polivalencia y hacer méritos para ir ganando más protagonismo. Si no el único: desmarque, potencia en carrera, dos goles, seguridad para definir, etcétera. Completó 88 minutos, con lo que su participación en lo que va de temporada ascience a 387. Entre Liga y Copa, acumula 4 dianas (dos en liga, con 209 minutos jugados; dos en Copa, con 178). Una media de 1 gol por cada 96'75 minutos. Un llamamiento a Rafa Benítez: quiere ganarse su confianza e ir entrando en el once inicial de liga. Y el Celta no está para descartar buenas opciones.
Sin embargo, Rafa Benítez parece tener predilección por Larsen y Aspas. Douvikas formó parte de la dupla de ataque con Larsen en el partido contra Las Palmas, pero hasta ahí. El esquema del entrenador celeste es claro, en parte por las necesidades de equipo: 4-4-2. Como también tiene un once de futbolistas que gozan de su entera confianza, nueve son prácticamente fijos. Y entre ellos, Larsen y Aspas. Si no quiere desprenderse de ninguno de los dos en sus onces iniciales una solución podría estar en el esquema, haciendo una línea de ataque de tres.
Una opción para tratar de encontrar esa falta de acierto que hasta el momento acusa el equipo. Pero parece complicado mover de ahí al entrenador madrileño: "Es complicado acoplar a los tres y mantener el equilibrio. Por características de nuestros exteriores y centrocampistas, es difícil pasar a un sistema donde los tres estuvieran en el campo y hubiera equilibrio, es casi imposible. Hay que tomar decisiones y elegir", decía a los medios de comunicación a la par que dedicó buenas palabras a Douvikas, el 'bendito' problema que le ha surgido al Celta: "Tasos apriera y eso nos complica la vida en cuanto a la toma de decisiones, pero ayuda a la competitividad del grupo". Aunque no quiso olvidarse de Larsen: "Larsen está haciendo buena temporada, mete goles, puede meter más, sigue siendo ambicioso, y Iago es inteligente, tiene calidad y visión".
También explicó que "hay muchas cosas a nivel de metodología, trabajo, toma de decisiones, que son coherentes" y se explicó: "No damos palos de ciego, ajustamos, cambiamos a algún jugador; con nuestros condicionantes, seguimos buscando la manera, para que se produzca". El entrenador reconoce que los resultados del equipo le "duelen tanto o más que a cualquiera": "Estoy todo el día dándole vueltas a la cabeza, hablando con mis ayudantes para encontrar la tecla que tenemos que tocar para que todo aquello que parece que nos va a llevar a ganar un partido nos lo permita y que no pase algo que no podemos controlar", señaló.
De momento, el equipo visita Vallecas este lunes 11 de diciembre, con la intención de conseguir una victoria que suponga algo de oxígeno, más aún con la que logró el Mallorca de Javier Aguirre en Son Moix ante el Sevilla FC. La necesidad es grande, siempre que se quiera escapar de los fantasmas del descenso cuanto antes. El problema reconocido es claro: la pólvora está mojada, el reloj de arena sigue avanzando y el Celta ocupa un puesto de la zona roja.