El Real Betis está prácticamente obligado a hacer un esfuerzo invernal, pese a sus apreturas económicas, por un mediocentro defensivo, habida cuenta de que William Carvalho está lesionado de gravedad en el tendón de Aquiles derecho y no volverá, en el mejor de los casos, hasta finales de curso; que Marc Roca se está sometiendo a un tratamiento experimental con células madre para erradicar las molestias que sufre desde hace casi dos meses en su tobillo izquierdo y su retorno no tiene fecha; y que Johnny Cardoso acaba de romperse muscularmente con la selección de Estados Unidos. Aunque lo de italo-brasileño no debe pasar de las tres semanas en el dique seco, como quiera que no se suplió la marcha en verano como agente libre de Guido Rodríguez, de los cuatro pivotes con los que se arrancó la 24/25 queda únicamente Sergi Altimira, con la ayuda desde el filial de Mateo Flores.
Aunque vuelva pronto el ex del Internacional de Porto Alegre, el panorama en la 'sala de máquinas' verdiblanca es preocupante y, a buen seguro, habrá complicaciones con tres competiciones. De momento, a Manuel Pellegrini le señalan al Betis Deportivo como solución coyuntural, con Carlos Guirao como nueva pieza sobre el tablero, aunque, si bien se antoja imposible que el Real Madrid libere a Dani Ceballos como cedido en enero con el panorama que hay allí también con las lesiones, empiezan a salir de nuevo a la palestra nombres de alternativas, como el ex culé Arthur Melo, sin sitio en principio en la Juventus, aunque con un sueldo bastante alto también. El último en ser vinculado, igualmente de precio prohibitivo, es Richard Ríos, mediocentro del Palmeiras brasileño que, a sus 24 años, es fijo también en la selección de Colombia.
Propiedad del 'Verdao' hasta el 31 de diciembre de 2028, tras pagar hace año y medio 1,38 millones de euros al Guaraní, el de Vegachí lleva tres goles y cuatro asistencias en 45 partidos oficiales esta campaña. Con un valor de mercado aproximado, según la web especializada 'Transfermarkt', de 13 millones, el club paulista quiere, al menos, 20 para empezar a negociar, pues únicamente controla el 70% del pase. Como es habitual en el fútbol brasileño, la multipropiedad de los futbolistas sería otra complicación añadida aquí, ya que su anterior equipo y el que le formó cuando abandonó el futsal, el Flamengo, se reparten el otro 30% de los derechos de un excelente recuperador, pero también un centrocampista de criterio y calidad que gusta a otros conjuntos pudientes del Viejo Continente, ahora mismo fuera del alcance, por tanto, del Real Betis, tanto a corto plazo como a uno mayor en caso de desprenderse por una millonada superior de Johnny Cardoso.