Fernando Mateos9 min lecturaEn un duelo plagado de ocasiones y alternativas ante la UD Las Palmas, el Betis se llevó un punto que no le sirve para asegurar matemáticamente la Conference League y que podría llevarle a perder la sexta plaza si la Real Sociedad se impone al Valencia, aunque en cualquier caso los verdiblancos siguen dependiendo de sí mismos y podrían superar a los donostiarras el próximo domingo para encaramarse a la plaza que otorga billete para la Europa League.
La mala suerte se cebó con un Betis que perdió por lesión a Guido Rodríguez e Isco por lesión en la primera mitad, asumiendo Fekir y Ayoze el liderazgo de un equipo que no supo mantener dos ventajas en el marcador y cayó en el correcalles propuesto por su rival, ofreciendo ambos un partido sin control que puedo caer para cualquier bando.
Poco se le puede reprochar en los goles. En el primero, detuvo el primer intento de Álex Suárez, pero quedó vendido luego, al igual que ante Moleiro en el segundo, aunque estuvo algo lento. Sí evitó otro tanto de Munir con una buena parada y en líneas generales se mostró seguro.
Exigido por su costado desde muy pronto, porque los canarios volcaban su ataque por ahí con Sandro, no se proyectó en ataque y tampoco estuvo fino en defensa. Cedió un balón a Munir que a punto estuvo de acabar en gol y rozó un penalti solicitado por los canarios en un forcejeo con el ex sevillista. Además, se cargó pronto con una amarilla y Pellegrini lo dejó en la caseta en el descanso.
Tuvo trabajo porque Las Palmas apretó y le hizo sufrir en alguna ocasión en velocidad, pero en líneas generales cumplió para mantener a raya a los atacantes del conjunto amarillo. Hubo desajustes defensivos en los goles, pero fueron más bien errores de coordinación que fallos personales. Tiró de experiencia.
Otro partido serio del central marroquí. Ante la ausencia de Pezzella, ha asumido galones para convertirse en el obligado líder de la zaga. Alternó ocasiones de gran firmeza con otras en las que se vio superado.
Tuvo la oportunidad en lugar de Juan Miranda y la aprovechó con creces. Además de mostrarse firme en defensa, se fue el ataque con peligro, asociándose con Ez Abde para dar profundidad por el costado zurdo. Además, 'asistió' en los dos goles: puso el pase que se metió Mika Mármol en su meta y el centro que acabó con el gol de Ayoze.
Tuvo que ser sustituido a los 20 minutos por unas molestias de las que habrá que estar muy pendientes de cara a su participación en los dos últimos partidos, que a priori serán los últimos que podría jugar con la camiseta verdiblanca. Hasta ese momento, ejerció de ancla en la medular, sin demasiados problemas pese a la intensidad canaria en el inicio.
No jugaba desde el pasado 10 de marzo. Después de siete partidos, Pellegrini le dio la oportunidad y no se le vio cómodo. Era el encargado de soltarse para generar espacios y dar aire a sus compañeros, contribuyendo en la salida, pero se vio superado cuando el partido se convirtió en un correcalles.
No fue su mejor día. No se le vio demasiado en ataque y fue sustituido mediada la segunda mitad, cuando apretaban los locales. El Betis lo volcó casi todo por la izquierda y apenas entró por su costado, lo que deja a las claras su discreto partido. Se le echó de menos.
Como siempre, estaba siendo el faro de su equipo, aportando trabajo en la presión, inteligencia y calidad, bajando al centro del campo cuando era necesario para sacar el balón jugado. Una acción fortuita al intentar robar un balón a Saúl Coco, que le golpeó en el talón izqiuerdo, le sacó del partido pasada la media hora, haciendo saltar todas las alarmas. Su equipo lo notó y perdió el control muchos minutos.
Estuvo activo, con ganas, mostrando su velocidad y desborde por el costado zurdo. De un disparo suyo que despejó Álvaro Valles nació el primer tanto verdiblanco, pero en muchas ocasiones se pierde por su propio ímpetu. Acabó fallando una gran ocasión que pudo ser el 2-3.
El delantero tinerfeño ejerció de falso '9' y prolongó su idilio con el gol, anotando su quinto tanto en los cinco últimos partidos. No le faltó la fortuna, pues remató con el abdomen, pero siempre se coloca bien y aparece en el momento justo. Sin duda, le da mucho a este Betis.
El técnico bético introdujo cuatro cambios en su once, dando descanso entre otros a los laterales, aunque tuvo que corregir en el descanso y dejó en caseta a Ruibal. También tuvo que hacer frente a dos contratiempos en forma de lesiones, de dos jugadores capitales como Guido e Isco, y aunque Fekir estuvo entonado al suplir al malagueño, el 'Ingeniero' no consiguió que su equipo tuviera un mayor control de la situación tras ponerse por delante al comienzo de la segunda mitad.
Extrañó verlo en el banquillo, pero saltó pronto al campo por la lesión de Guido y cuajó otro de sus buenos partidos, continuando con su línea de regularidad. Sé se echó en falta mayor control en la segunda mitad, pero no fue un problema suyo, sino de todo el equipo.
Sustituyó a Isco y tiró del carro en ausencia del malagueño, peleando y dejándolo todop. Rozó el gol con una falta directa que fue centrada pero puso en dificultades a Valles y a punto estuvo de acabar en penalti por una mano de Álex Suárez que fue muy protestada, si bien el colegiado no vio nada punible tras ser avisado desde el VAR.
Saltó en el descanso por el amonestado Ruibal y fue uno de los mayores estiletes ofensivos del Betis en la segunda mitad, alcanzando línea de fondo y poniendo centros que llevaron el peligro hasta los últimos minutos. También se aplicó en defensa para apagar fuegos incluso fuera de su zona.
Entró en busca de mayor solidez en pleno ida y vuelta de un partido loco. No pudo agarrar el balón y moverlo para dar tranquilidad, pero sí peleó y protagonizó alguna acción defensiva de mérito.
Buenos minutos del canterano, que siempre tuvo la meta rival entre ceja y ceja. Generó peligro por su costado y no se entretuvo tanto como en otras ocasiones, buscando ser más efectivo.