Alavés
Betis
Hacía mucho tiempo que Nabil Fekir no jugaba dos partidos completos con el Real Betis. Y casi que tampoco tres seguidos como titular. La grave lesión de rodilla que sufrió en la 22/23, que le tuvo la segunda vuelta de aquel curso y parte de la primera del 23/24 en el dique seco para superar esa intervención del ligamento cruzado anterior de la articulación izquierda, no estaba permitiendo al campeón del Mundo gozar de la continuidad y el ritmo deseados, aunque, tras saltar de inicio en los encuentros ante el Girona FC y el FC Kryvbas, donde fue sustituido en el minuto 64 para reservarlo tras anotar el 0-2 el conjunto heliopolitano, volvió a ser el director de juego de Manuel Pellegrini frente al Deportivo Alavés, llegando a disfrutar de hasta dos oportunidades clarísimas para haber adelantado a los verdiblancos, que vistieron de aurinegro en Mendizorroza.
"Hemos tenido más ocasiones que ellos. En la segunda parte, saltamos mejor y merecimos la victoria", se lamentaba en la entrevista 'flash' con el compañero de Movistar Plus LaLiga el capitán visitante, cariacontecido pese a ser elegido de nuevo como MVP de la contienda (en ausencia del multipremiado el curso anterior Isco Alarcón, que se recupera de una grave lesión de peroné y debe estar a la vuelta del parón de selecciones de septiembre), ya que, haciendo un ejercicio de autocrítica y propósito de enmienda, entiende que los tres puntos podrían haber volado perfectamente hacia La Palmera: "Son ocasiones claras que tenemos que meter. Yo, el primero, que fallé una muy clara. Hay que trabajar para meter las próximas. No he podido, pero hay que levantar la cabeza. Después del partido del jueves, veníamos con ganas de llevarnos los tres puntos de aquí, pero no fue posible. Debemos seguir trabajando en busca de los objetivos".
Y se marchó con gesto serio Fekir de la banda del feudo alavesista. El '8' se lamenta, sobre todo, del mano a mano con Antonio Sivera del minuto 75, cuando percutió como extremo derecho, rompiendo el fuera de juego a pase de Pablo Fornals y, aunque se perfiló bien para su zurda, estrelló su lanzamiento en el cuerpo del guardameta valenciano, que voló sobre la bocina para rescatar de la misma escuadra un trallazo mordido del 'Chimy' Ávila que parecía el 0-1. Justo antes, el argentino hizo la pared con Rodri Sánchez para meterse en el área y dejarla franca de nuevo para el francés, que, con todo a favor y llegando desde atrás, la mandó fuera con mucha ventaja. Otro día será. Para solucionarlo, en parte, está a las puertas Vitor Roque, bético a falta solamente de la oficialidad.