Con ofertas desde esta primavera para marcharse del Real Betis, prácticamente desde que firmó en el último mercado invernal (cuando lo querían también Club América o Getafe CF, entre otros), Luiz Ezequiel Ávila apostó por demostrar de verdiblanco que no se habían equivocado pagando seis millones de euros al CA Osasuna por su pase (contando fijo, variables y un 10% extra de los derechos de Raúl García de Haro). De momento, sus ganas no se han visto correspondidas con rendimiento, aunque el 'Comandante' se encuentra muy motivado, incluso con la competencia que ha llegado, y perfectamente integrado tanto en el club como en la ciudad. Incluso, pese a las críticas que empieza a recibir de un sector de la afición, ha caído de pie en Heliópolis, donde valoran su entrega en el verde y su pasión por varios símbolos del folclore sevillano, aunque añoran sus goles.
Sólo lleva uno, en la ida de la ronda 'play off' de la Conference League ante el FC Kryvbas, la única de sus tres titularidades en siete encuentros oficiales en la que partió como delantero centro. Saliendo desde el banquillo, fue punta un rato ante Girona FC (semivolea a la media vuelta contra la madera) y Getafe CF. Manuel Pellegrini ya ha dejado claro que lo ve más como extremo, así como al siempre ala Assane Diao como referencia. De hecho, condicionado por lesiones y otros factores, prefirió siempre reconvertir al hispano-senegalés, primer recurso después de la lesión de Vitor Roque en ausencia de un Cédric Bakambu en forma, o a Aitor Ruibal. En realidad, el 'Chimy' nunca ha sido un goleador de grandes cifras. Lleva 50 dianas en 250 partidos como profesional, dando la razón la estadística al 'Ingeniero', pues prácticamente ha repartido a partes iguales sus apariciones en punta o en la línea anterior (escorado o centrado), así como su aportación anotadora desde cada uno de esos puestos.
Su mejor campaña hasta la fecha fue la 19/20, cuando anotó once goles y tres asistencias en 22 encuentros, todos actuando como '9' en las filas del CA Osasuna. Una grave lesión del ligamento cruzado en enero frustró lo que apuntaba a un récord mayor. Sin embargo, en la 18/19, aún en la SD Huesca, marcó cuatro 'chicharros' como DC, tres como extremo izquierdo y otros tantos percutiendo desde la derecha. En la 22/23, su técnico en la capital navarra, Jagoba Arrasate, con el que se reencontró este lunes durante la visita a La Palmera del RCD Mallorca, decidió alternarlo en las posiciones de arriba, aprovechando su versatilidad, y el rosarino respondió con nueve tantos y dos pases decisivos, seis de los primeros como extremo diestro, dos como delantero y uno enfilando desde la izquierda.