El Real Betis tuvo que remodelar el pasado verano el eje de su zaga, tras las ventas de Germán Pezzella y Chadi Riad, así como la retirada de Sokratis. En su lugar llegaron Diego Llorente, convertido en el gran líder de la defensa, y Natan, a quien el club tiene previsto comprar de forma definitiva una vez que concluya su cesión, abonando para ello la opción de compra de 8 millones de euros pactada con el Nápoles. Junto a ellos, Bartra también está rindiendo a gran nivel y en breve renovará de forma automática por una campaña más. Pero Nobel Mendy, a día de hoy el cuarto central, no acaba de dar el paso que se espera de él, en parte también por las lesiones, por lo que la dirección deportiva que comanda Manu Fajardo manejó la posibilidad de apuntalar dicho puesto en el mercado invernal, si bien luego surgieron otras prioridades, y mantiene varias opciones en la agenda de cara al próximo ejercicio.
En este sentido, el nombre de Luiz Felipe sigue estando en la mente de todos. El brasileño firmó una gran campaña como verdiblanco en la 22/23, mostrándose perfectamente integrado tanto en el club como en la ciudad, y dejó además una importantísima plusvalía en las arcas del Villamarín. No en vano, llegó libre de la Lazio y fue traspaso un año después al Al-Ittihad por 22 millones de euros más tres en variables. Pero casi desde el mismo momento en el que se marchó, nunca ha dejado de especularse con su posible regreso.
Tras una temporada en el conjunto saudí, el zaguero internacional italiano (posee la doble nacionalidad) sólo pudo jugar en el presente curso un choque en el mes de agostó, siendo 'cortado' por el equipo que planifica hoy día Ramón Planes al sobrepasar el cupo de extranjeros permitidos. Tras meses de negociaciones para su rescisión, la misma se alcanzó el pasado mes de diciembre, lo que hizo que desde Heliópolis estuviesen atentos a dicha situación, ante la posibilidad de repescarlo a coste cero.
Sin embargo, a cambio de la carta de libertad, la entidad de Yeda hizo que Luiz Felipe firmase una cláusula por la cual no puede volver al Betis al menos hasta 2026, cuando acababa su contrato allí, pues de lo contrario habría que pagar una importante indemnización. Una maniobra que frustró las intenciones de Fajardo, aunque el protagonista, al elegir nuevo equipo, quiso dejar abierta esa puerta. Para ello, eligió al Olympique de Marsella, pero sólo firmó por una campaña y media, momento en el que sí podría enfundarse de nuevo las trece barras.
Mientras llega ese momento, arrecian las dudas sobre su futuro más inmediato, pues lo cierto es que está viviendo un auténtico calvario en el conjunto francés. Desde su llegada, de hecho, sólo ha participado en 12 minutos en el encuentro disputado ante el Nantes el pasado dos de marzo, permaneciendo otros cinco choques en el banquillo y cuatro sin convocar. Una situación que le podría llevar a cambiar de nuevo de aires en verano, si bien este movimiento podría poner en peligro su pacto no escrito con el Real Betis, en caso de firmar por más de un año con su nuevo equipo.
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