Cuando está a punto de terminar el 2023, por mucho que lo nieguen los protagonistas ante los micrófonos, lo que está claro es que el ambiente que reina en el vestuario del FC Barcelona no es el más idílico. Las dudas generadas con el juego desplegado sumadas a los resultados conseguidos en el campeonato liguero (a siete puntos de Girona y Real Madrid) han terminado haciendo explotar hasta al que más paciencia pedía.
El primero que alertó de lo que pasaba fue Gündogan tras la derrota en el Clásico, motivo por el que el alemán fue muy criticado cuando manifestó que no entendía que a algunos de sus compañeros parecía que no les dolía ese tipo de derrotas. Luego Ter Stegen aprovechó la más mínima para devolvérsela a su compatriota cuando erró en el siguiente partido y le costó un gol a su equipo.
Y mientras tanto, Xavi no para de afirmar que "hay que tener paciencia" y que "el equipo está en construcción" cuando lleva dos años en el banquillo culé. Muchos cuestionan la credibilidad del técnico de Terrasa en el vestuario viendo la actitud de sus jugadores en el campo, donde este curso han encajado varios goles en los primeros dos minutos de juego en semejantes muestras de falta de concentración.
Entre las múltiples excusas usadas por el técnico catalán está que los jugadores estan presionados por las críticas recibidas por parte de la prensa, pero al último que podría haberle afectado es a él mismo. Tanto que, después del supuesto desplante que le hizo Lewandowski en el Real Arena de San Sebastián cuando no le saludó y pasó de él en las puertas del vestuario mientras felicitaba uno a uno a sus jugadores por aquel agónico triunfo, ahora parece que Xavi se ha tomado la justicia por su mano y se la ha devuelto al polaco.
Fue en el descanso contra el Almería cuando, viendo el juego de los suyos y con el 1-1 en el marcador, explotó contra todos ellos y señaló públicamente a varios de ellos, entre ellos al delantero azulgrana. Y lo peor, es que sus palabras ya han sido filtradas y sacadas a la luz por Mundo Deportivo: "¡A ver si empiezas a correr de una puñetera vez!", le recriminó Xavi a Lewandowski.
Aquel día en Anoeta fue sustituido en el minuto 57 y algunos justificaron que dicho cambio estaba pactado porque regresaba de lesión, pero lo cierto es que se le vio abandonando el campo con cara de pocos amigos. Otros justificaron la reacción de 'Lewy' en el túnel de vestuarios señalando que en ese momento un empleado de LaLiga se estaba dirigiendo a él para comunicarle que debía pasar el control antidoping. Pero ahora hay una muestra más de que la relación entre ambos está rota. Que Xavi tenía ganas de darle un toque de atención y se la ha devuelto en la primera ocasión que ha tenido para hacerlo.
Y, por si fuera poco, lo ha hecho en la semana en la que su representante, Pini Zahavi, se ha pronunciado del futuro del polaco en el club catalán: "Por supuesto, se queda".
Con seis goles y tres asistencias en 12 partidos, Lewandowski ha firmado uno de sus peores inicios de curso, al tiempo que Xavi no termina de hacer que su equipo juegue como quiere y va sacando los partidos a trompicones.
Con semejante panorama y por mucho que ambas partes digan, la relación a día de hoy entre ambas es tensa y ninguno de ellos, en el mes de diciembre, tiene asegurada su continuidad el próximo curso. Y menos si el otro continúa, por lo que podría vivirse en el Barcelona el próximo verano un episodio similar al vivido por Simeone y Joao Félix en el Atlético de Madrid.