El último del Barcelona frente a la UD Las Palmas ha hecho saltar las alarmas porque podrían perder el liderato si el Real Madrid consigue vencer al Valencia en el encuentro que tiene aplazado. Serían dos puntos más que los culés, cuando hace apenas tres semanas todo lo que rodeaba a los blaugranas era alegría.
El Barca de Flick era una apisonadora tanto en LaLiga EA Sports como en Champions y todos los elogios eran para ellos. Además, eran líderes con una gran diferencia frente al equipo de Ancelotti y exhibiendo unos números que ningún equipo era capaz de igualar. Pero todo se ha dado la vuelta en apenas tres partidos.
El equipo tuvo un pequeño traspiés en San Sebastián ante la Real Sociedad. Un encuentro muy parejo que los de Imanol se llevaron gracias al gol de Becker. Todo se agravó una semana después con la salida a Vigo. El equipo comenzó 0-2 en el marcador y, tras la expulsión de Casadó, terminó regalando un empate que dejaba al Real Madrid a un punto (si ganan al Valencia).
El partido frente a Las Palmas parecía la ocasión perfecta para despejar todos los fantasmas tras la victoria contundente en Champions ante el Brest. Sin embargo, ha servido para todo lo contrario. Los de Flick han agravado la crisis y peor aún ha sido que la derrota se produjo en su propio estadio dejando al Real Madrid dependiendo de sí mismo para ser líder.
Los errores del FC Barcelona han sido parecidos en todos los tropiezos. Errores graves en defensa que condenan el resto del partido y muy dubitativos en ataque. Y todo ello ha llegado en el peor momento, cuando se comenzaban a recuperar futbolistas importantes como Lamine Yamal o De Jong.
Futbolistas como Raphihnha terminaron muy enfadados el partido y dejaron claro que han “bajado el nivel” y que deben mirar lo que están haciendo mal para mejor. Misma línea que seguía Hansi Flick, pero no dejó claro en qué había fallado el equipo y comenzó a mostrar declaraciones parecidas a las que en su día hacía Xavi haciendo alusión a fenómenos externos a sus futbolistas.
El Barcelona deberá mejorar esta situación si no quiere agravar la crisis en Liga. Ahora, les vienen dos salidas complicadas a Mallorca, debido al partido adelantado por la Supercopa de España que se juega en enero, y Sevilla, para medirse al Real Betis en el Benito Villamarín, en las que no se pueden permitir más tropiezos.