El Atlético de Madrid sonríe tras un arranque liguero con dos victorias y un empate. La última fue contra el Athletic Club en el minuto 92 cuando Correa aprovechó un despiste de la defensa para darle los tres puntos al Atlético de Madrid. Simeone sigue haciendo experimentos en la plantilla y se marcha al parón de selecciones con 8 puntos en el casillero. Los fichajes no son la única buena noticia del combinado rojiblanco que incorporó a Le Normand, Sorloth, Julián Álvarez y Gallagher, un póquer de 200 millones para desatar la euforia, más la reciente llegada de Lenglet, cedido por el Barcelona, y Musso, cedido de la Atalanta.
Reinildo es la otra gran novedad para el Atlético de Madrid ya que Simeone le ha conseguido otorga un lugar en el once alejado de la banda izquierda, puesto dónde se había desempeñado anteriormente y dónde ha perdido su rol frente a Riquelme y Samu Lino. Ahora, la opción de Reinildo para el centro de la zaga coge fuerzas y el técnico argentino confía en explotar todo el potencial del mozambiqueño para reforzar la zona central de la defensa rojiblanca.
Todas las esperanzas con Reinildo se habían apagado tras la grave lesión que sufrió el mozambiqueño y después de un regreso poco ortodoxo por parte del defensor. Samu Lino y Riquelme se erigieron como los dueños de la banda izquierda y desplazaron a Reinildo a un segundo plano. La defensa de tres centrales de Simeone le vuelve a abrir las puertas y le otorga una opción para el Atlético de Madrid que coge fuerzas con el nombre de Reinildo. El futbolista se está desempeñando bien en el nuevo rol que le ha otorgado Simeone y hace crecer la competencia en un puesto al que había llegado Lenglet, que ya luce como rojiblanco, para reforzarlo. El jugador vuelve a sentirse útil para el técnico argentino que sonríe ante el rendimiento del mozambiqueño.
Hecho que refuerza la postura citada en este texto es el cambio que realizó Simeone en el partido frente al Espanyol que terminó 0-0. El argentino no las tenía todas consigo y decidió sacar del campo a Sorloth para dar entrada a Reinildo y apuntalar la defensa. Aunque a priori, y con sentido, el cambio parece no tener sentido, y menos frente al Espanyol, Simeone quería comprobar la eficacia defensiva del defensor que cumplió con creces el trabajo que le pedía el míster.