Las vergonzosas imágenes han dado la vuelta a todo mundo y han vuelto a poner en el foco de la crítica a los estadios de LaLiga en plenos preparativos para el Mundial que España coorganizará en 2030. Desde el Gobierno, desde la Comunidad de Madrid, desde el Ayuntamiento de la capital... La condena por los incidentes que obligaron a suspender 15 minutos el derbi del pasado domingo disputado entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid ha sido unánime. La petición de castigo ejemplar, también, y el club el Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha respondido sancionando con dureza al club colchonero, que no ha logrado esquivar el cierre parcial de las gradas del estadio Cívitas Metropolitano, aunque al menos no hay clausura completa.
Tras estudiar las imágenes y la completa redacción del acta arbitral de Busquets Ferrer, la Comisión de Disciplina de la RFEF ha decidido sancionar al Atlético de Madrid con el cierre parcial de su estadio durante tres partidos por los mencionados altercados de la jornada octava de LaLiga con reiteración en el lanzamiento de objetos a pesar de las reiteradas advertencias del colegiado e incluso de la megafonía del estadio, que pidió que parase el lanzamiento de objetos hasta en dos ocasiones en una situación que acabó robando todo el protagonismo al fútbol en el empate final (1-1) entre colchoneros y merengues.
Según informó la RFEF en un comunicado publicado en la tarde de este miércoles, el cierre afectará a parte de la grada baja fondo sur, sectores 127 a 133 del Metropolitano, zona de influencia de los radicales rojiblancos y desde la que se hicieron todos los lanzamientos a la zona donde estaba el portero madridista, el belga Thibaut Courtois. El Comité también multa al club con 45.000 euros por "infracciones muy graves". Contra esta decisión cabe interponer recurso ante el Comité de Apelación en un plazo máximo de 10 días hábiles. Los servicios jurídicos del Atlético ya estudian el posible recurso.
"Aunque se trate de la acción de una parte nada representativa de los aficionados del club, por parte del Atlético de Madrid no se adoptaron las medidas suficientes para prevenir unos incidentes tan graves en la propia acción multitudinaria y en su resultado o, cuando menos, las medidas que se adoptaron no fueron las idóneas para un partido de especial rivalidad de una competición profesional de primer nivel como es la Primera División de una de las ligas más importantes del mundo", dice el Comité en su resolución, reprendiendo a la entidad por su manga ancha con los violentos, más allá de su comunicado posterior condenando lo sucedido.
"Aun cuando se tratase de objetos de pequeño tamaño, no cabe duda de que son susceptibles de causar algún tipo de lesión teniendo en cuenta la distancia desde la que algunos objetos fueron lanzados, pudiendo haber impactado en la cabeza o en la cara del guardameta del equipo contrario al que iban dirigidos", apunta el escrito, que lamenta "la trascendencia que la suspensión conllevó en el desarrollo del juego y la repercusión de la pésima imagen que se derivan de este tipo de incidentes". "En todo caso, estos hechos objetivos resultan absolutamente inaceptables, no pudiendo admitirse las alegaciones del Club Atlético de Madrid respecto de cualquier tipo de actos anteriores, que no resultarían en ningún caso susceptibles de justificar los mismos", resalta.
En este sentido, en cuanto a las alegaciones del Atlético sobre su colaboración con las autoridades en la identificación de una persona y otros posibles autores de los hechos, el Comité considera que se trata de "medidas no preventivas, y por tanto, reactivas llevadas a cabo como consecuencia de unos hechos consumados, que ya han producido unas graves consecuencias deportivas y repercusión mediática que a estas alturas son irreparables". Sin embargo, el Comité valora "positivamente" las actuaciones realizadas por el Atlético de Madrid con posterioridad a que se produjeran los hechos, aunque las calificó como "insuficientes" hasta que se consiga la total identificación de todos los espectadores implicados.